jueves, 8 de septiembre de 2011

Principes y Princesas

Todo se había preparado con dedicación suma, las sabanas de seda negras, pañuelos rojos encima de las lamparillas de noche que alumbraban tenuemente la habitacion, no había cuadros, el marrón de la moqueta habia adquirido un tono cobrizo al contacto con la luz, los pies desnudos creaban pequeñas chispas azules de electricidad estática mientras se deslizaban por encima de ellos, cuatro pies, dos amantes.

Ella llevaba un vestido blanco con grandes flores verdes que realzaba su estupenda figura, él unos pantalones negros con camisa negra. Danzaban alrededor de la cama mientras la magia de los besos los transportaba a otro lugar, mientras el calor de la habitación aumentaba con sus bailes, mientras sus caricias exhalaban la fragancia de la pasión. Dos vasos vacíos de vino encima de una mesa, un golpe contra ella, una mirada, los labios se entrelazaron en un beso eterno, sus lenguas juguetearon en el interior de sus bocas, una mano en un pecho y un pequeño mordisco en el labio de la chica provoca un suspiro,la agarra del pelo estirándola hacia atrás, ofreciéndole su cuello, un mordisco dos, besos juguetones se elevan hacia su oreja para jugar con su lóbulo, morderlo, el calor se eleva en la habitación mientras los roces se hacen más profundos, él acaricia sus pechos mientras una mano se desliza hacia sus caderas, agarrandola del culo para apretarla mas contra su cuerpo, para que note la dureza de su miembro contra su sexo, para bailar un poco mas con sus caderas, pequeños suspiros de placer empiezan a emerger de su boca mientras él empieza a corretear con su mano entre sus muslos, la eleva con una mano el vestido mientras sus labios apasionados seducen su cuello, por fin llega a su destino, nota el calor, la humedad por encima de la ropa interior, comienza a acariciarla poco a poco, por el exterior de las braguitas, notando como poco a poco ella se entrega a sus roces, dejandose caer poco a poco encima de la mesa, los vasos caen al suelo, sus dedos empiezan a corretear por encima de su tela mientras la humedad rodea sus dedos, los suspiros dejan escapar algun pequeño jadeo, el hombre se desliza para saborear sus pechos, durante un instante, sus manos veloces la desprenden de su vestido dejando a la luz sus hermososo pechos, para volver a deslizarse entre su tela y su sexo, el ardor entre sus piernas hace que sus dedos jugueteen con su clitoris, mientras dulces líquidos de placer emanan de su almejita, lubricando los dedos.

Sus tetas resplandecían en una mezcla de saliva y sudor, sus pezones a punto de estallar estaban siendo mordidos suavemente, succionados con fuerza, unos dedos acariciaban su concha, perdía la consciencia del tiempo cuando notó que el paraba, se miraron a los ojos, y en ese momento una sonrisa en los labios del chico le intrigó, para notar como de un golpe y con algo de brusquedad le metía dos dedos en su coñito, de un golpe, la lubricación era grande pero aún estaba un poco seca, notó como se introducían hasta el fondo, abrió la boca a medida que notaba como entraban, dejando escapar un gritito de dolor y placer, él le susurró al oído:

Así es como me gustas que estés.
Ella se abandonó encima de la mesa a medida que él se bajaba los pantalones, no llevaba calzoncillos asi que su miembro salió disparado en cuanto la tela sucumbió a la acción de la gravedad, ella miró, pero solo pudo ver como le estaba quitando las braguitas para después colocarse entres sus piernas, puso su miembro encima de su concha, para que notara su dureza, su pasión, empezaba a juguetear con su polla por encima de su coño mientras la lubricaba con la miel que poco a poco salía de su rajita.

De repente el la agarró del culo, y la giró encima de la mesa, sus tetas golpearon contra la mesa, sus pezones se pusieron aún mas duros al contacto con la fría madera, todavía se preguntaba el ¿pero cómo? Cuando notó como unas manos le abrían un poco las piernas, para notar como su miembro duro se colocaba a la entrada de su almejita, para notar como de un golpe,para notar como su polla entraba en su coño de un solo golpe, abriéndola de un mandoble, un grito escapó de su boca, un ligero siseo sonó en sus oídos, - no quiero que nadie te oiga, esta noche toda tu eres mía-, notó como poco a poco salía el pedazo de carne que estaba elevando su cuerpo al rojo vivo, otro empujón, otro grito, otro siseo, la agarró del pelo mientras poco a poco los empujones se hacían más repetitivos, mientras los gritos se hacían mas silenciosos, mientras el sudor fundía los cuerpos, el ritmo se iba haciendo mas acelerado, algún que otro azote furtivo había castigado las nalgas de la chica haciendo enrojecer su trasero, de repente ella agarró su trasero, abriéndolo todo lo que pudo, los empujones se hicieron mas entrecortados, mas fuertes, mas profundos, los gritos contenidos en un escalofrio hicieron contorsionar su cuerpo, para en un pequeño espasmo dejarlo caer libremente encima de la mesa, dejarlo caer, relajado.

Su miembro todavia duro permanecia dentro de ella, pequeños movimientos dentro hacían que el juego todavía permaneciese activo, un dedo se insertó dentro del agujero de su culo, ella dio un respingo, con la otra mano le agarró la cabeza para casi aplastarsela contra la mesa, una gota de saliva empezaba a brotar de los labios del muchacho para dejarla caer encima de el agujero de su culito, con un dedo empezó a esparcir la saliva, poco a poco, otro pequeño salivazo hizo que su dedo pudiera empezar a entrar y salir con mas facilidad, de repente dos. El dolor que ella había notado al principio se empezaba a transformar en placer, el enrojecimiento empezó a surgir en sus mejillas, sus dedos le dieron un descanso a su culito, para notar como el miembro que salia de su almejita, empapado en sus jugos, se orientaba hacia su otro agujero, para notar como a pesar de la lubricacion ese pedazo de polla la iba abriendo cada vez mas su culo, abria la boca intentando gritar pero el placer se lo impedia, el dolor se hacia mas intenso en su cuerpo a medida que su polla se metia mas adentro, la notó casi entera antes de que tuviera que pararle, poco a poco fue sacandola para antes de que se diera cuenta notar como la taladraban otra vez, esta vez hasta el final, dejando durante unos breves instantes semejante miembro dentro, para que pudiera volver a sacarlo y meterlo con un poco mas de rapidez, su boca exhalaba suspiros, su cuerpo doblado hacia atrás, su pelo estirado por aquel desconocido que llevaba años tratando, notaba como la fricción aumentaba, los empujones contra ella hacian que la mesa estuviera a punto de caer, ya no habia silencio, ya no habia suspiros, solo gritos desenfrenados, arañazos y mordiscos, los golpes contra su culo se hacian mas rapidos, su polla entraba y salia a medida que intentaba abrir su agujero un poco mas, de repente empezo a notar las vibraciones, se cayo una silla cercana, de repente un empujón, no los habia notado tan profundos, una oleada de calor inundó su culito respingón,otro empujón aun mas adentro hizo que notara como otra oleada de leche salia de ese miembro, inundandola aun mas, la lujuria habia casi tocado freno, el placer inmenso, unas manos acariciaban su cuerpo, su cara, besos por su espalda, lametones, noto como él se inclinaba encima de ella, noto su cuerpo encima del suyo, su sudor, y como le susurró:

- Hoy te has portado como una hermosa doncella.

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