jueves, 15 de septiembre de 2011

La Venganza

¿Qué tal todo, bien?

Fue todo lo que pregunto “El toro” aquel ya lejano martes y mi respuesta fue acompañada de una sonrisa.

Si todo tal y como estaba previsto sin sorpresas y con todos los detalles en conocimiento de “Angelita” como me pediste.

Entonces el añadió.
En ese caso mañana mismo tu hermano recibirá el sobre con los 3000€ tal y como acordamos y ahora separémonos, mejor para ti que no te vean demasiado en “malas compañías”.

Dicho eso se aparto de mí y ya no lo he vuelto a tener cerca en todos estos días. Esto pasaba en el patio de “Can Brians” la cárcel donde llevo ya algo más de un año y medio, de donde saldré definitivamente en breve aunque mejor seria empezar por el principio.

Me cayeron cuatro años por robar en una casa que la policía estaba vigilando de un joyero que trapicheaba con piezas robadas, me pillaron con más de seis kilos de oro encima pero no llevaba ni una navaja, eso fue un atenuante y como aparentemente apareció todo aquí estoy.

Por las mañanas hago bastante ejercicio y por las tardes ayudo en el aula de informática a un profesor civil que viene a enseñar a los reclusos ofimática e Internet, yo me encargo de los “más cazúrros” para que no se queden descolgados, me extrañó que empezara a acudir “El toro” un tipo de unos 40 años, alguien con una reputación más que dudosa, nadie hablaba de él pero tenia unos cuantos “amigos” que daban miedo.

El primer día le pregunto al profesor de forma muy educada si yo podría ayudarlo a coger el ritmo de la clase, algo a lo que accedió tras ver una seña del funcionario que estaba en la sala.

“El toro” fue muy directo y me dijo.

Haber chaval te voy a contar un cuento y tu me dices lo que te parezca, no te preocupes se que eres un buen tío y no te compromete a nada oírme, siempre que tanto si aceptas como si no sepas estar callado, te he visto en la ducha y se que gastas una polla descomunal y eso es lo que necesito, ante mi cara de susto me tranquilizo diciéndome que no era para él esa polla.

Asentí dispuesto a escucharlo entonces continuo hablando en algo más que un susurro.

Tengo negocios fuera de varios tipos y mucha pasta, me quedan que estar aquí aún tres años, uno de los primeros negocios que monte y que me han permitido hacer más cosas fueron “Los Puticlubs” tienen diferentes nombres según donde estén pero tengo unos cuantos repartidos por toda España.

Nunca ninguna de las personas que trabajan para mí han tenido problemas, incluso me case con una chica Rusa estupenda para que le dieran los papeles, con la que me divorcie al año y medio ella es la que dirige uno de los clubs que tengo en Sevilla y sigue siendo una de mis amantes.

Fue precisamente en Sevilla donde esta la causa de que este aquí me encerraron porque conocí a una chica de unos 24 años y después de estar follando con ella más de tres horas en un hotel de lujo, cuando trate de enculárla comenzó a gritar como una loca que la quería violar.

No te aburriré con los detalles pero me cayeron seis años y solo llevo dos, como poco me quedan otros dos para poder salir y tengo un capricho, ahí es donde entras tú. Sé que la semana que viene saldrás unos días de permiso y podrías hacerme un favor.

Me contó de qué se trataba y accedí.

Llego el viernes por la mañana y sobre las once salí de “Can Brians” con permiso hasta el próximo lunes por la noche antes de las ocho, seria la primera de las salidas que se irían prolongando en duración preparando la excarcelación definitiva.

Me esperaba un taxi en la puerta que me traslado siguiendo instrucciones hasta la estación se Sans, el taxista me dio un sobre, con dos billetes de ida y vuelta para el AVE, Barcelona Madrid, Madrid Sevilla y 300€ en billetes de 20. Tome el que salía a las 12 y llegue a Madrid a las 15.20 a las 16 tome el de Sevilla donde llegue a las 18.30 me esperaba en un bar que hay muy cerca de la estación una chica con la que merendé pues solo había tomado algo en el tren y mientras lo hacia me pregunto por “El toro” le dije que estaba bien y que le mandaba un beso.

Dijo llamarse Svetlana aunque todos la llaman “Angelita” comimos los dos con buen apetito, al terminar me pregunto si lo tenia todo claro a lo que le respondí que sí, fuimos a su coche y partimos hacia su casa, al llegar me dio una bolsa que contenía, un pasamontañas una linterna una navaja una caja de guantes de látex un collar con cadena una capucha de cuero con abertura para la boca de las que se emplean en el sado-maso y un cabezal metálico para enemas además un busca que le sonaría a ella para pasar a recogerme cuando lo pulsara.

Después de sacarme todo lo que llevaba en los bolsillos permanecimos charlando como viejos amigos hasta que pasadas las nueve me dijo que ya nos podíamos poner en marcha.

Eran las diez en punto cuando estábamos parados en una zona bastante oscura de la urbanización, vio unos focos y me abrazo como si nos estuviéramos dando el lote, vimos como el coche paro delante de uno de los chalets y como salía una chica que subió al coche quedando la casa a oscuras, entonces Svetlana me dijo que esa era la chica y la casa, que en los últimos meses ningún chico se había quedado, solo la traían pero que si veía problemas que lo dejara.

Baje del coche con la bolsa y ella arranco para ir a un lugar de espera donde no llamara la atención.

Entrar en la casa fue fácil ya con un par de guantes puestos, con ayuda de la linterna la recorrí para ver que es lo que podía emplear, en la cocina había casi todo lo que necesitaba le saque el “palo” a una fregona, de la nevera cogí un pepino un calabacín y unos cuantos nísperos y también una sandia enorme quizás de tres kilos o mas, aceite de oliva y una cuchara de madera.
Todo eso lo lleve a la habitación que elegí como la principal, pues tenía una cama bastante grande.

De una especie de estudio donde había un ordenador tome un encendedor, que había junto a un cenicero y un paquete de tabaco también un rollo de celo que estaba a medias y otro entero que había en un cajón y en un estante había gas para rellenar encendedores eso también por si se me ocurría darle alguna utilidad.
Vi velas de olor para el tabaco seleccione dos que estaban casi enteras ya solo me faltaba algo esencial que encontré en un armario junto a la entrada una bovina de cordel de pita, además de resistente tiene un tacto desagradable.

Solo faltaba esperar, pero a eso te acostumbras en la cárcel dejar desgranar los minutos hasta que son horas y por fin un día mas, en esos pensamientos estaba cuando oí el ruido de un motor, puse atención y por la ventana pude ver que era ella, bajo sola del coche y se dirigió a la entrada serian cerca de las cuatro de la madrugada.

Desde mi posición pude ver como se despojaba del vestido que dejo tirado en el salón y entraba en el baño solo con el tanga, no empleaba sujetador o lo había perdido por el camino, comenzó a desmaquillarse con una crema y algodones cuando tenia los ojos cerrados me coloque detrás suyo con la navaja en la mano y cuando me vio en el espejo con el pasamontañas y la navaja abrió la boca para gritar pero no lo hizo, quizás la sola visión de la navaja fue suficiente pero callo y por el espejo me miro suplicante yo le dije.

Acaba con lo que estas haciendo y después atiéndeme bien, no me gusta repetir las cosas.

Se apresuro a retirar el maquillaje que se mezclaba con las lagrimas que empezaban a brotar y un temblor recorrió su cuerpo entonces me dijo tartamudeando entre llantos.

¿Qué es lo que quieres de mí? Te daré todo lo que hay de valor en la casa pero por favor no me hagas daño.

Mi respuesta fue tajante ¡Termina lo que estas haciendo y después atiéndeme lo he repetido pero solo por esta vez!

Cuando termino de quitarse el maquillaje y se seco las lagrimas le alargue el collar que no había visto para que se lo pusiera, no hizo nada por resistirse entonces cuando se lo apreté lo suficiente como para que notara presión alrededor de su cuello me miro con cara de suplica, solo le dije que si hacia más ruido del necesario no dudaría en rebanarle el pescuezo.

La lleve al salón y la hice sentar en una silla deje caer la cadena al suelo y la pise primero con un pie y después con el otro tensándola hasta que quedo mirando al techo, entonces le coloque la capucha, cuando hizo intención de coger mis manos para evitarlo solo le dije si prefería que la degollara o que le rompiera el cuello con el collar y añadí que la única forma de seguir viva seria si no me veía la cara y que ya tenia calor con el pasamontañas.

Bajo los brazos, acabe de ponerle la capucha que solo tenía una abertura para la boca, nariz ojos y oídos quedaban tapados la ate con las correas y la levante tomándola por un codo y sujetando la cadena con la otra mano entonces fuimos a la habitación.

La tumbe en la cama bocabajo y le dije que pusiera los brazos en cruz y que se estuviera quieta, me desnude en un instante procurando dejarlo todo sobre una silla entonces le puse una de las almohadas en la espalda y encima el palo de la fregona, me senté sobre sus riñones para inmovilizarla y primero una muñeca después la otra la sujete con vueltas y más vueltas de celo.

Protesto pero cuando la levante tirando del pelo que le asomaba por detrás de la capucha se callo pues se dio cuenta que no era mucho lo que podía hacer, hasta ese momento era poco el dolor físico que le había infringido pero eso iba a cambiar.

Le di la vuelta quedando sobre la cama abierta de brazos, ate la cadena bastante tensa al cabezal y cuando intente penetrarla se cerro de piernas, no me inmute simplemente hice una lazada en torno a cada uno de sus tobillos con el cordel de pita, los deje caer por los lados del somier los saque por los pies de la cama tire de ellos a un tiempo, quedando abierta como “El coloso de Rodas” ate los cordeles a las patas de la cama y me sitúe otra vez entre sus piernas, en este caso estaba todo lo abierta que necesitaba para que se llevara el gran susto de su vida.

Cuando apoye mis 28 cm. de largo por seis de diámetro quizás pensó que no calibraba bien de que se trataba pero cuando sin pensarlo y de un solo caderazo llegue al cervix el gruñido que soltó fue como el de una fiera herida, fui dándole hasta que notaba que me corría y eso que solo llegaba a la mitad del recorrido, entonces me salí de ella y me senté sobre sus pechos coloque la cuchara en sus boca que cerro para que no entrara, muy tranquilo apoye el dedo gordo de mi mano izquierda en su ojo derecho y le dije.

Abre la boca si quieres seguir viendo con este ojo.

Cuando la abrió de forma desmesurada me la fui cascando hasta corredme dentro de ella mientras le recomendaba sin retirar mi dedo de su posición de “fuerza” que lo tragara todo, cuando termine le pregunte.

¿Si te saco la cuchara me limpiaras la polla como merezco o intentaras morderme? has de entender que el instinto si me muerdes será apretar el ojo aunque te lo reviente.

No dio señales de haber entendido lo que le había dicho por lo que no tuve más remedio que hacérselo entender de otra forma, los dos pulgares como si fueran punzones los clave en sus pechos por los lados justo donde acaban las aureolas hasta que casi desaparecieron dentro de ellos, entonces un aullido lastimero me hizo parar, cuando pregunte ¿Qué?

Musito muy levemente que estaba dispuesta a hacer lo que fuera sin intentar morderme, yo por si acaso coloque otra vez mi dedo en el sitio que ocupaba antes y lo cierto es que lo hacia muy bien la condenada si se lo proponía.

Comenzaba a estar un poco cansado y tenia que apresurarme pues la idea era terminar antes de las ocho de la mañana, cuando quede a gusto y bien limpio mientras me recuperaba pues la eyaculación había sido la primera con una mujer desde hacia más de un año y medio, pues no tenia pareja estable y por tanto no tenia derecho a visitas vis a vis y tampoco quise involucrar nunca a ninguna de mis amigas.

Cuando me pareció tome un níspero y cuando se lo empujaba por la vagina comenzó a gritar, le di tres o cuatro sopapos en los pechos que seguro que noto pues se callo, entonces en lugar de seguir con los nísperos tome la botella de recarga de los encendedores y solté un par de descargas sobre su vientre, noto el helor del gas aunque no sabia de donde procedía, cuando aparte la botella y encendí el mechero una llamarada recorrió su vientre, sé que no le quemo más que el vello que tenia erizado pero la sensación tuvo que ser horrenda tal y como estaba privada de la visión y con poco oído.

Cuando acerque otra vez el níspero a su vagina no hizo nada por evitar que entrara, seguido de otros tres o cuatro, después los empuje hasta el fondo del todo con ayuda del calabacín.

Fui al salón y traje un par de cojines del sofá solté el cordel que sujetaba sus tobillos a las patas de la cama y la cadena del cabezal, la senté en la cama entonces puesto de pie en ella la hice levantar y la acosté bocabajo, colocando los cojines pegados al cuerpo bajo los brazos, ate la cadena tensada al cabezal y los cordeles de los tobillos como antes de esta forma solo con poner una almohada bajo su vientre tenia su hermoso culo a mi disposición, entonces imploro.

No por favor no me hagas esto, son pocos los que han entrado por ahí y siempre con mucha precaución, tú la tienes muy gorda y larga.

Mi respuesta no se si la tranquilizo o la alarmo más todavía cuando le dije que antes de penetrarla yo, haríamos un ensayo con alguna de las cosas que tenia a mano y para empezar lo hice untando con aceite de oliva el pepino que le ensarte de un solo empellón hasta donde me permitió lo que necesitaba para poder sujetarlo, lanzo un alarido ante lo cual no pude por más que apartarme y buscar por los cajones hasta que encontré unos pantys que le coloque en la boca a modo de mordaza.

Cuando fue el calabacín lo que emplee a modo de consolador para abrirla un poco más note que al principio le costaba pero poco a poco se fue abriendo y relajando, entonces fue cuando substituí la almohada bajo su vientre por la sandia y después me arrodille y cuando apunte mi capullo a la entrada de ese maravilloso culo comenzó a temblar como una hoja, fui empujando despacio con la sola lubricación del aceite de oliva cuando el capullo entro sonó como cuando descorchas una botella de champagne eso me animo.

Se acabaron las contemplaciones, la sujete fuerte por el vientre como si quisiera partirla porque no quería que se escapara hacia delante y de un solo empellón llegue a pegar mi cuerpo al suyo, no podía llegar más adentro pare un momento para asegurarme que respiraba y al ver que sí comencé a salir casi del todo para volver a empezar el recorrido, eso duro unas diez o doce veces tras lo cual comencé a llenarle las tripas de semen.

Cuando ya no quedaba nada por soltar me quede dentro pues aun tenia erección y al poco me di cuenta que tenia ganas de mear pues desde antes de bajar del tren no lo había hecho, la meada fue espectacular, rezumaba por todas partes entonces se me ocurrió lo más de lo mas, salí de ella y le solté la cadena la hice arrodillar me senté sobre la sandia y cogiéndole la cabeza con una mano y apoyando un dedo sobre un ojo le pedí que me limpiara bien la polla.

En su boca se juntaros restos suyos, semen orina y una especie de flujo sanguinolento, imagino que habría causado algún desgarro aunque nada grave por lo que pude ver después, entonces viendo que eran ya las siete de la mañana pensé en que tenia que ir terminando, la tumbe en la cama otra vez pero ya sin nada debajo, le solté las muñecas pero estando sentado sobre su culo.

Las ate juntas con cordel de pita pero sin el palo que tenia antes, entonces fuimos al baño y primero me duche yo sin soltar la cadena que tenia sujeta a la manija de la puerta, después de secarme casi del todo, la puse a ella dentro de la bañera entonces le metí la botella del gel por el coño y le di un buen apretón, después hice lo mismo por el culo y aunque eso sé que le dolió más no protesto.

Desmonte la alcachofa de la ducha y aplique el cabezal para los enemas, con el le hice un lavado intimo a fondo de forma que no quedo ningún rastro biológico de mí después de secarnos los dos del todo le solté las manos y le hice poner un albornoz que había visto tras la puerta después regresamos a la habitación, allí la tendí en el suelo de lado y ate sus muñecas y sus tobillos con más cuerda de pita pero en este caso con nudos corredizos y entonces le di unas instrucciones muy simples.

Te estarás muy quieta mientras me visto y recojo todo mi material, después seguirás quieta porque encenderé una vela que quemara un trozo de cuerda un poco más grueso que la pita, pero si te mueves pueden pasar dos cosas, que se apague la vela con lo que estarás aquí hasta que llegue tu amiga el lunes o que provoques un incendio y perezcas en él, mi consejo es que no te muevas lo más mínimo.

Recogí todo, me asegure dando una vuelta a la casa de que era así, repase de una lista que tenia en la bolsa todo lo que traía active el busca para que viniera Svetlana y después le dije.

Tengo amigos en todas partes, si haces una denuncia alguien no se cuando te visitara otra vez y quizás no sea tan compasivo como yo, puede que después de pasárselo bien igual te degüelle.

Entonces me puse el pasamontañas retire el collar con la cadena la capucha y encendí la vela. Cuando mire por la puerta vi el coche que llegaba, solo cruce la calle subí y partimos, al llegar a su casa fue cuando Svetlana pregunto.

¿Estas muy cansado o podrás hacerme lo mismo que le has hecho a ella?

Me quieres dar algo para desayunar y después te hago un resumen.

Te doy de desayunar y después me lo haces “todo” tal y como lo recuerdes, son instrucciones muy precisas de “El toro”

Me preparo un desayuno esplendido y después excepto porque substituí la sandia por un casco de motorista y los nísperos por limones, repetí los puntos uno por uno tal y como lo recordaba.
Solo que en esta ocasión aunque repetí las amenazas, cuando la solté después de haberla atado tal y como deje a la chica con la vela prendida me sorprendió diciéndome.

Bueno ahora si quieres podemos tener una sesión de sexo de verdad.

Me desnudo otra vez me tumbo en la cama y comenzó con una Cubana solo para entrar en materia después y aun no se como parecía un tragasables pues nunca en mi vida ninguna mujer había conseguido hacer lo que hizo Svetlana tragarse del todo ese trasto que tengo por polla y que en ocasiones me ha causado más problemas que otra cosa, cuando me ordeño del todo se tendió a mi lado y con una mirada felina pregunto.

Cuando estés en condiciones ¿Querrás seguir follándome?

En las siguientes dos horas disfrute como no recordaba, esa mujer era una maquina de follar primero se acuclillo encima de mí y se fue empalando hasta llegar al fondo, después comenzó a botar mientras le retorcía los pezones y cada vez estaba más lanzada.
Cada vez que me acercaba al clímax aflojaba y cuando comencé a descargar dentro suyo se volvió loca, me apretó la polla con la vagina de tal forma que creí que me la arrancaba.

Lo ultimo que me pidió ya a media tarde fue que sin más la enculara y la sensación fue extraordinaria, disfrute mucho pero ella creo que mas, para mí que es un poco masoca pero lo cierto es que lo pase la mar de bien, me dejo dormir hasta las once de la noche, entonces me llevo al club a dar una vuelta y me pregunto si me apetecía alguna de las chicas que había allí. Mi respuesta fue sincera.

¿Puedes ser tú?

No me respondió, solo dijo a un tío que parecía un armario de tres cuerpos que si había necesidad la llamara pero solo si era algo urgente, me llevo a cenar a un sitio que había cerca, subimos al coche y al llegar a su casa ya no paramos hasta el día siguiente, nos duchamos me pregunto si tenia suficiente dinero a lo que le dije que sí y me llevo a la estación para hacer el viaje de vuelta.

Tome el tren de las 10.45 y llegue a Sans a las 16.50 dormí algo en el tren pero poco, fui a casa de un amigo para dormir y que me guardara el dinero de sobras hasta que lo necesitara, al día siguiente lunes a las 18.30 estaba en la puerta de “Can Brians”.

En todas las demás salidas fui como VIP a alguno de los muchos bares que “El toro” tiene en diferentes sitios, le pregunte en una ocasión si podría ver a Svetlana y me dijo que si me apetecía ella estaría encantada de recibirme, he ido dos veces más a Sevilla y una vino ella entre semana a verlo y ya se quedo unos días en mi casa pues yo tenia un permiso de toda una semana.

Nunca supe el nombre de la chica que “visite” en Sevilla.

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