miércoles, 7 de septiembre de 2011

Bella obsesión

COMENTARIO: Estimados lectores, me permito compartir éste primer capítulo de una corta fantasía, es un tanto distinta a mis trabajos, para no aburrir, abarca dominación masculina y es el resultado de una charla con un conocido contacto en donde recopilamos ideas y gustos y al final salió esto, la intención de aclararlo es por la obvia diferencia que refleja ante mis otros escritos los cuales creo que han plasmado un estilo en los textos de dominación o al menos en mi humilde opinión es lo que he intentado hacer y es el camino que he de seguir, o sea que esto no significa que en un futuro publique relatos de dominación masculina, por el contrario, metiendo el relajo, le daré continuación a ésta historia a lo mismo que tendrá su versión femdom.

Dejo pues a su criterio lo que sería la primera etapa de ésta historia que como bien comenté tendrá en un futuro una continuación mas elaborada y posteriormente al igual la versión femdom.


Sí en mi vida existía un motivo por el cual todas las noches me entregaba al arrullo de Morfeo con la esperanza alentadora de que mis sueños me transportaran a dar con el hechizo ideal de mezclar los sueños con la realidad, ese motivo solo podía ser uno, aquel por el cual le encontraba sentido a mi vida; “conocer a las hermosas y famosas gemelas Brie y Nikki Bella”. Pero mi sueño no quedaba ahí por que si de conocerlas se tratara bien podía, ¡por que podía!, darme el gusto de viajar a cualquier evento en donde ellas participaran, pagar un boleto de primera fila, ingeniármelas hasta lograr la foto y el autógrafo clásico de recuerdo; por ahí un beso y colorín colorado.

¡No!; yo quería algo mas, mucho más; por ello mi obsesión de encontrar el hechizo ideal para hacer mis sueños realidad y mi sueño era que aquellas bellezas formaran parte de mi vida. Las amaba con locura y conforme pasaba el tiempo y me sentía frustrado al ver que el sueño de mi vida se esfumaba, tan solo se hacía presente en mí el mal humor y cada vez iba en aumento y ello se podía reflejar en el trato a mis clientes en el gimnasio del cual soy propietario e instructor, algo que no era nada productivo para el negocio.

Fue entonces que decidí cambiar de táctica, olvidarlas, sacarlas de mi vida, ¡sí!; quizás hubiese sido lo mejor pero me resultó imposible pues cada vez me encontraba mas y mas obsesionado con ellas, en cualquier espacio libre me veía prisionero de la red para obtener lo último que pudiera de ellas en cuanto a fotos y videos se refiere. Así seguía avanzando en mi rutinaria vida pero como bien dicen, cuando menos te lo esperas se ilumina el sendero y eso fue lo que sucedió; ¡no!, no fue una obsesión mas; era la realidad.

Un bendito día hizo acto de presencia una preciosidad en toda la extensión de la palabra; ¿Brie?; ¿Nikki?; me dije como idiota interiormente— ¿Por qué?— por que quien estaba frente a mí era el verdadero reflejo de las gemelas Bella.

¡Paola!— me contestó la joven regalándome una hermosa sonrisa.

¡Ay carajo!— no había pensado ni mucho menos hablado en silencio; ¡no señor!, había hablado claro y fuerte, por ello la gracia y la sonrisa reflejada en el rostro de aquella belleza.

¡Ahhh sí, perdón Paola!— me expresé tratando de disimular mi evidente nerviosismo ante el parecido de ésta joven con las mencionadas gemelitas.

Con la presentación y la charla de protocolo terminamos por acordar su horario, previa inscripción y sus rutinas de actividades pues la joven deseaba estar en perfecta forma para verse y sentirse aún más espectacular. Lo que aconteció a partir de los primeros días de haberla conocido no hubiese avanzado ni llegado a donde llegó si no hubiese percibido el carácter dócil y entregado de Paola y ello me ayudó enormemente a ir tomando el control de las cosas y también de su vida.

Como instructor y pronto amigo de ella pasábamos mas tiempo juntos de lo acordado; podía afirmar que hubo química entre nosotros aunque mas bien lo que pasaba era que aquella chica me permitía hacer y deshacer en nuestra interesante relación a lo que sin mas me lancé un día a confesarle el interés que sentía por ella, mas bien, por su enorme parecido con las Bella; rectifico que si me atreví a hacerlo así, sin pensármelo dos veces fue por que en verdad que aquella belleza me inspiraba la confianza suficiente para hacerlo, era un amor y en especial muy frágil en voluntad y simplemente sin dejar de sonreír me hizo ver que mi obsesión y mi interés con el parecido que le encontraba, no le molestaba, por el contrario, le halagaba.

Hasta ahí todo bien, pero como siempre, no todo puede ser miel sobre hojuelas para toda la vida y en una de esas me voy enterando que era casada y claro, su pareja no veía con buenos ojos que su hermosa esposa pasara cada vez mas tiempo en el gimnasio y con su nuevo instructor que en casa y con el.

Con sumo cuidado y picardía fui trazando mis planes y en primera instancia logré convencer a Paola de que continuara acudiendo a mi gimnasio y por otros días de nueva cuenta todo transcurrió normal, salvo que ahora el esposo iba por ella a la salida; cínicamente me acerqué a saludarlo un par de veces y claro, el tipo me veía con cara de pocos amigos; era de suponerse pues a leguas notaba puesto que yo no disimulaba las ganas que tenía de devorarme a su esposa.

No puedo afirmar con claridad como realmente se dieron las cosas, el caso es que entre Paola y yo ahora se daba algo mas que química y lo mejor era que accedía a todos mis caprichos por locos que pudieran sonar como el vestirse para sus ejercicios con un atuendo idéntico que yo mismo le obsequié al que usaban las Bella Twins y esos cambios, su esposo los fue percibiendo a lo que tratando de poner un hasta aquí, le exigió dejar el gimnasio y por supuesto, dejarme de ver.

¡No podía hacer eso!; a éstas alturas, me había resignado a que jamás en mi vida podría llevar una relación como la que soñaba llevar con las gemelas Bella pero en mi ingeniosa o retorcida mente— como quiera entenderse— se había ya trazado un magnífico plan.

Paola sería mi Bella Bellísima y la idea pintaba mucho mejor, ¡me excitaba de solo pensarlo y hacerlo realidad!; la convertiría a ella en una de las gemelas. En el parecido no había mucho que trabajarle y en lo que restara no veía mayor resistencia por su parte; no quedaba duda alguna, yo era el ganón con todo esto, no solo tendría a mi lado a una belleza, no; sino que sería quien controle a esa belleza en todos los aspectos de su vida, algo que resultaba abismal con las verdaderas gemelas pero no con Paola.

De una u otra forma estaba mezclando mis propios sueños con mi propia realidad pero faltaba algo, un punto muy importante; ¡las gemelas!, bien, yo solo tenía a Paola ¡y yo quería a las gemelas!; el solo tener a Paola ya no resultaba suficiente para mí, me hacía falta otra personita que supliera a la otra gemela y así poder presumir y llenarme de orgullo cada día al llegar a mi hogar y verlas dispuestas a someterse a mis caprichosas fantasías y gozar pensando en que realmente me follaba a las gemelas Bella.

Lo que en principio tomé como un juego inocente fue mas allá de todo pronóstico, algo que ni la propia Paola jamás imaginó. Dándole vueltas y más vueltas, no encontrándole al inicio ni pies ni cabeza a la situación, al final su esposo me dio las pautas para continuar con mi plan pues de nueva cuenta volvió a exigirle a su esposa que abandonara sus actividades en mi gimnasio y tras no ver respuesta en ésta quien a su vez se sentía presionada por mí y también atraída— esto sin arrogancia alguna de mi parte— el caso fue que a Antonio; ese era el nombre del chico, se le ocurrió la brillante idea de unirse a las actividades de su esposa y así estar cerca y al pendiente de ella y de mí.

Con eso fue más que suficiente para que me decidiera a llevar a cabo mi ya tan mencionado plan; ¡el sería la otra gemela Bella!;


Continuará………………………………….

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