viernes, 2 de septiembre de 2011

La historia de una persona común y corriente

En ese momento sentí como mi carne se abría, daba paso a un trozo inmenso de carne. Me causó un dolor intenso. Las arrugas de mi ojete se estiraron al máximo hasta desaparecer. Sentí un bulto por arriba de mi pubis, que aparecía y desaparecía. Al tocarlo me di cuenta que era la cabeza de semejante verga que tenía adentro de mí. Entonces sucedió algo, que me sorprendió, empecé a sentir un gozo y placer indescriptible. No quería que sacara su gran instrumento de mi culito humillado, sino que quería sentirlo más adentro. Cuando estaba encajado completamente el placer se multiplicaba. Al principio sentí vergüenza que me estuvieran observando tantas personas, después desaparecieron de mi vista. Únicamente existía mi culo y la verga que estaba completamente dentro de mí. Fue una sensación que no he vuelto a sentir.
En estas condiciones seguimos, perdí la noción del tiempo. Pero me di cuenta que estaba a punto de terminar cuando la verga tomó una mayor dimensión y empecé a sentir que algo caliente invadía mis intestinos; y en forma espasmódica movía su cuerpo (el que yo creí un anciano). Después de haber eyaculado, no sé que cantidad de leche en mi culo, continuo con se verga erecta y siguiendo su movimientos de meterla y sacarla. Yo le ayudé apoyándome en mis piernas y hacer como que me sentaba y levantaba. Entonces sucedió que volvió a presentar una nueva venida de abundante semen. Me la sacó, y con ayuda de René, me colocó en una especie de mesa que estaba muy dura y me caló en la espalda.
En esa posición la mujer, que me había vestido y maquillado, se sentó en frente de mí y procedió a darme una tremenda mamada en la verga. Que para sorpresa mía se había puesto muy rígido. Alternaba la mamada en la verga y la de mi culito. En mi culito también me metía su lengua lo más profundo que podía. No tarde mucho en eyacular en su boca y ella se tomó la leche completita. Entonces me di cuenta de que estaba rodeado por un grupo de hombres desnudos rugiendo como poseídos y profiriendo palabras, que al principio no entendía, como que “buena estas putita” “eres una puta come vergas” “perra” “te la voy a meter hasta los cojones”. Algunos las palabras las cambiaron por hechos.
Entonces sentí otra verga en mi culito, que estaba muy adolorido, que entraba y salía y descargaba nuevamente abundante leche en mis intestinos. Esto se fue repitiendo por un número indeterminado de veces. Y por último recibí la verga de René que sin miramientos me enculó de un solo golpe. Su cogida fue la que más tardo y la más festejada y la que mas goce. Pues con los demás únicamente recibía sus vergas sin sentir nada de placer. Pero con la de René me comencé a mover como una verdadera puta, moviendo mis caderas en círculos, y de atrás hacia adelante. Apretando el culo para que gozara mí René (así estaba pensando para entonces). Cuando estaba a punto de arrojar su semen sacó su verga de mi culo tomó con sus manos mi cabeza; y me mete en mi boca toda la cabezota de su verga para que recibiera todo su leche. En forma instintiva me lo trago toda y con mis manos le oprimí su verga, desde la base hasta su cabeza, para exprimirle toda su leche y así podérmela tragar hasta sus últimas gotas. Al darme cuenta de lo que estoy haciendo me quedo sorprendida y asustanda. En unas horas había cambiado diametralmente la forma de pensar y de mi vida.
Después de esto. Me dejaron acostado en la mesa. No me podía mover me dolía todo mi cuerpo pero principalmente mi culito; que al tocarlo sentí inflamado, abierto y con sangre. En menos de 24 hrs me habían desflorado un sin número de vergas y me había comportado como toda una puta. Al levantarme de la mesa pude observar que en el piso y sillones estaban todos aquellos hombres desnudos; unos con las vergas de otros en sus bocas, manos o culos. Parecían dormidos y agotados. Así que caminé entre sus cuerpos sin despertarlo, pues ya no quería recibir otra vez esa andanada de vergas en mi pobre culito. Entonces apareció mi ángel salvador, la mujer que me había vestido y maquillado para ese acto que había escenificado tan bien, y me llevó a una recamara con un gran baño de tina. Donde me puso agua caliente y me metió. Después restañó mi herido culito y me vistió nuevamente con mis ropas. Aunque me volvió a colocar una nueva tanga y una toalla sanitaria con la pomada curadora.
Me llevó alimentos los que consumí inmediatamente, ya que tenía bastante tiempo sin probar nada. Esto me reanimo. Entonces nos pusimos a conversar Silvia (que así se llamaba mi ángel protector). Me dijo que Samantha siempre era así. Que en sus espectáculos siempre se fijaba en alguien, lo observaba y calculaba las posibilidades que tenía, le coqueteaba. Y que si al término del espectáculo no iba a su camerino por voluntad propia, lo llamaba con alguno de los meseros. Al llegar el prospecto se dejaba ver desnuda y que si veía posibilidades a la persona entonces lo seducía para que se la cogiera, al principio tratando de ocultar su condición y después mostrándose como toda una transexual. Cuando la persona se quisiera retirar salía René, que en realidad era su esposo, y violaba al prospecto. Luego lo invitaba a su hotel.
Sí acudía el invitado le preparaban su recepción, como a mí me la había hecho. Previamente se hacía una rifa, con el costo del número de 50,000 pesos, entre los presentes y quien sacaba el número ganador tenía el derecho de cogerse primero, al invitado, en la forma que él quisiera. Después todos eran libres de hacer lo que quisieran. Y que el gran cierre del espectáculo era la cogida que daba el gigantón de René. Ya después se hacía una gran orgía y así terminaba. Para la siguiente noche se escogería otra persona y así sucesivamente hasta que terminaba la temporada en la ciudad.
Ella había sido una de las personas, que en otra ciudad, había sido iniciada en esto. Y como no tenía familiares y no había podido sobrellevar lo que le había sucedido, se había unido al grupo. Estaba siendo preparada para que fuera una más de las participantes del show. Pero aun estaba siendo feminizada con hormonas inyectadas. Todavía faltaba tiempo pues sus pechos y caderas no habían tomado la forma que se necesitaban para ese espectáculo. Silvia, pensaba que muy probablemente se le pusieran protesis en sus senos.
Al principio no había sido muy feliz, pero ahora había tomado esto como parte de su karma. Y se había propuesto de ser la mejor. Por eso cuando llegaba un nuevo prospecto ella lo recibía. Lo maquillaba, lo peinaba y lo vestía de acuerdo con su cuerpo. Para obtener la mayor practica posible. Como premio se le daba la oportunidad de participar en el espectáculo ya sea que se la cogieran a ella o que se pusiera a mamarle la verga al invitado.
También, me dijo que en un principio Samantha y René había iniciado solos. Después con esas prácticas que se le habían ocurrido a René lograron aumentar la compañía. Samantha las preparaba artísticamente y René las preparaba como putas. Por eso no había visto a ninguna de las artistas. Todas estaban prestando sus servicios como escorts por varios rumbos de la ciudad.
Me preguntó que si no me gustaría pertenecer a la compañía. Que quitando a René y Samantha era como una gran familia. Todas se llevaban bien y se protegían unas a otras. Aparte ganaban bastante dinero ya que tenían un buen sueldo y todo lo que ganaban como escorts era para ellas. René y Samantha eran felices con lo que ganaban en el show y con el espectáculo privado que daban cada noche.
Por más que me lo pidió no me quede con ellos. Salí lo más rápido, que me permitía mi adolorido culito, a mi hotel. Cuando llegué apenas estaban levantándose mis amigos. Los a apresuré y tomamos el autobús que nos regresaría a casa. Durante el trayecto me preguntaron de cómo había estado mi segundo round y le presumí de las grandes cogidas que había dado no únicamente con Samantha sino que con la gran mayoría de las artistas del show. Les dije que era un gran fraude pues casi todas las artistas eran mujeres; que eso que se anunciaban como un show travesti era puro cuento. Que me preguntaran a mí, al decir esto mi colita adolorida me recordaba que no era cierto todo lo que estaba diciendo.
Después de llegar a nuestra ciudad. La vida continuó aparentemente igual. Pero en mí todo había cambiado. Ya no acudía con mis amigas mayores para gozar de su culito, a pesar de que me buscaban. Me fui retirando de mis amigos debido a que los veía como unos potenciales machos. Los veía y soñaba despierto de cómo tendrían sus vergas cuando estaban completamente erectas, así como que se sentiría ser cogida por ellos. Al pasar por escaparates de tiendas de lencería no pudo evitar pensar de cómo me quedarían esas prendas. Sueño por ser enculada, en una fiesta, por todos mis amigos. Mis pensamientos ya no son de él sino de ella. Me gustaría maquillarme, ponerme ropa femenina desde sostén, tangas, ligueros, medias o pantimedias.
Decir a los cuatro vientos que me gusta la verga. Pero estoy solo en mi cuarto acariciando, con el recuerdo que me quedó de esa aventura, la tanga roja transparente. Que en ocasiones me pongo cuando salgo a la calle o voy a la escuela.
Quisiera decidirme a ser lo que quiero ser toda una mujer y ser tratada como tal. No sé cuando sucederá esto. Pero esa aventura cambió mi vida radicalmente…..

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