jueves, 15 de septiembre de 2011

La pillada

Me llamo Susana estuve desde los 18 a los 28 con el mismo chico Paco.
Dicen que no reconoces el valor de algo hasta que lo pierdes, no era un santo, tenía sus vicios y sus manías como todos, ni fue nunca detallista en exceso, pero siempre estaba pendiente de mí y nunca me pidió sacrificios excesivos, los últimos siete años convivimos en el mismo piso.

Por esos giros que da la vida, heredé un piso, pequeño pero mío, sin hipoteca ni nada por el estilo y como su valor no excedía de un limite determinado fue poco lo que tuve que pagar para acceder a el. Lo arregle un poco y “recupere mi libertad”.

Mi vida desde entonces ha sido un calvario, mucho tiempo después descubrí que mi verdadero problema es que no puedo vivir sola.

Conocí a un chico “Ros” antes de dejar a Paco justo al lado de donde trabajo, con el que solo charlaba y coqueteaba, pues eso si que lo hago siempre, sé que soy atractiva y me gusta que me lo digan.

En cuanto le conté que había dejado a Paco, comenzó a ser más atento y en menos de dos meses estábamos enrollados.
Al principio todo era fiesta y cachondeo, se instalo en mi casa pues estaba compartiendo piso y como la mitad de las noches las pasaba conmigo, lógicamente le ofrecí que se trasladara.

Nos fuimos de vacaciones juntos y fueron, creo yo las dos semanas mas felices de mi vida, pero a la vuelta comenzaron las imposiciones.

Nunca había practicado sexo oral, el sugirió que ya era hora de empezar, entendí que en parte tenia razón, todo tiene que evolucionar. Ya hacia casi seis meses que estábamos juntos.

Cuando después de decidirme por fin, a hacerle una mamada y decirle que seria la primera que haría en mi vida, me dijo que no habría problema porque el controlaba, me sentí aliviada y porque no decirlo “ilusionada”.

Tanto que controlo, cuando note que se tensaba y creí que se apartaría, lo que hizo fue sujetarme la cabeza con una mano y taparme la nariz con la otra para que no lo mordiera pues yo tenia que respirar.

Cuando termino él, y yo comencé a vomitar pues me resulto la cosa mas desagradable que había experimentado en mi vida, se fue a limpiar, se vistió y se fue después de decirme que iba muy sucia. Sucia es como me sentía.

Al día siguiente envió un ramo de flores a la tienda donde trabajo, con una nota que decía.
“Anoche estuviste fantástica, un beso”.
No entendía nada, cuando lo encontré a la hora de comer, parecía que no había sucedido nada, me beso como si tal cosa y me dijo.

Lo hiciste muy bien anoche, solo te falta algo de practica, pero ya lo solucionaremos.
Entre el ramo de flores y lo que me dijo, no tuve valor para decirle que era un “desgraciado” y que no me había gustado nada lo que me había hecho.

Pasaron casi dos meses sin que hiciera alusión al sexo oral, creí que había entendido que no era de mi agrado y que de alguna forma lo había dejado aparcado que no olvidado, porque sabia que algún día volvería sobre el tema pero cuando llegara el día ya lo hablaríamos.

Una noche en casa, cenábamos mientras no paraba de decir “chorradas” pues no dijo nada interesante y cuando nos acostamos ni me toco, apenas me dio un “pico” de buenas noches y se durmió.

Eso duro tres días, al cuarto le pregunte si ya no tenia ningún interés sexual por mí y su respuesta me dejo perpleja.

¡Si! pero como tu tienes unos gustos tan diferentes de los míos ¿No se que hacer para complacerte? A mi lo que mas me gusta, es que me la chupen después de echar un buen polvo, parece que eso tú no estas dispuesta a hacerlo.
No es que no este dispuesta, es que la otra noche me pillaste a traición, lo que pensaba es que avanzaríamos despacio, primero una cosa y después más.

Con Lulu mi ex, no tenia esos problemas, ella me la mamaba y se tragaba todo, aunque antes se la hubiera metido por el culo.

Ya estas con tu ex, si tan bien os llevabais ¿Por qué lo dejasteis?
En realidad no se muy bien por qué, ella sigue colgada por mí.

¿Y tú de ella?
¡No! de momento seguimos como buenos amigos y nos vemos solo de vez en cuando.

¿Pero te sigues viendo con ella?
Claro, no pensaras que a una tía así, con ese cuerpo y con lo liberal que es, se la puede dejar del todo, cuando tú no me satisfaces lo suficiente, ella me entiende y me consuela.

¿Pero de que me hablas? Tu lo que eres es un sinvergüenza con mucho morro.
Bueno, no quiero seguir con esto, me voy porque pienso que nuestra relación no va a ningún sitio, ya buscare donde vivir y vendré a recoger mis cosas.

En ese momento fue cuando comencé a deteriorarme como persona y como mujer cuando le dije.

No me dejes, no te vayas, haré lo que me pidas pero no te vayas.
El ni me contesto, recogió algunas cosas y se fue. Me quede destrozada llame a Raquel, una amiga algo mayor que yo y quedamos en vernos al día siguiente.

Al salir del trabajo llame también a una pareja mayor que nosotras, que se enrollan muy bien, que conozco desde antes de romper con Paco, con los que hemos salido a comer en varias ocasiones y que ambos coincidieron en decirme cuando lo conocieron, que “Ros no era trigo limpio”.

Cuando llegue me abrace primero a mi amiga Raquel y después, a ellos Mercedes y Juan, a los que no sabia muy bien como contarles lo sucedido, pues ellos de alguna forma ya lo intuyeron solo con conocerlo.
Les conté, que una compañera mía que conocía a Ros me dijo que habían hablado y que el le había dicho que lo estaba pasando muy mal. Y que le pregunto ¿Qué tal lo llevaba yo? Y ella le respondió que muy mal, que yo estaba muy enamorada.

Estando con ellos, sucedió algo que cada vez que lo recuerdo se me pone la carne de gallina.
Juan después de dejarme contarles la historia como la recordaba, sin entrar en los detalles sexuales me dejo llorar y cuando me calme un poco me dijo.

Pon atención a esto que te diré, no soy adivino, solo mas viejo que tu, tienes que hacer dos cosas, la primera a esa amiga que te trae y lleva mensajes de Ros, decirle claramente que nada de lo que pueda decirte te interesa. Y la segunda es algo que solo tú puedes valorar.
¿Estas dispuesta a admitirlo a tu lado cuando te lo pida?

Eso no lo hará nunca, es muy orgulloso, tendría que ser yo quien le pidiera volver y eso no pasara.
¿Estas segura de lo que dices? Antes de tres meses estaréis juntos otra vez.

¿Tan tonta me crees? me ha hecho mucho daño.
Si claro, hasta ahora siempre habías sido tu quien finalizaba las relaciones, porque estoy seguro que antes de empezar con Paco con algún otro chico habrías salido aunque fuera algo informal y fuiste tú quien corto.

¡Si! alguno había habido y sí fui yo en cada caso quien cortaba, pero eso no quiere decir nada, me ha hecho mucho daño y eso no lo perdonare nunca.

Dos meses después, me llamó y salimos a tomar algo un par de veces, después salimos dos veces a cenar y la tercera terminamos en mi casa, se sentó en el sofá, me desnude y lo primero fue hacerle una mamada como a el le gustaba, tragando todo sin desperdiciar nada, pero lo mas triste de todo es que no llego a pedirlo.

Cuando pensé que íbamos a acostarnos, me apoyo sobre la mesa y sin ninguna delicadeza me la endiño por el culo, me dolió pues era la primera vez pero aguante, cuando termino fue al baño, se limpio y se fue dejándome con el culo roto, la boca llena de restos de su esperma y la dignidad por el suelo porque ni siquiera se despidió.

Llore y recordé lo que me había dicho el “viejo Juan” que tenia toda la razón, era yo quien me había puesto en su punto de mira y Ros había hecho diana.

A la mañana siguiente me llego otro ramo de flores a la tienda con una tarjeta sin sobre para que la vieran “todos” que ponía.
“Gracias por hacerme pasar un rato inolvidable”.

Eso era demasiado, pero cuando fui a comer donde suelo ir con los compañeros, estaba en una mesa para dos. Me quede totalmente descuadrada, los compañeros dieron por hecho que estábamos juntos, el parece que también.

Cuando me senté con intención de liarle un follón, me cogio una mano y pregunto.
¿Qué tal lo pasaste anoche? Yo de fabula, parece que nos entendemos, si pones un poco mas de tu parte puede que podamos llegar a algo. He visto un catalogo de viajes y podríamos mirar algo con tiempo para estas vacaciones.

Alucinaba, pero como soy así le dije que viniera a cenar y lo mirábamos. Llego a eso de las nueve, yo había traído una pizza y algunas croquetas, de un sitio cercano de congelados, para poder hablar antes de cenar y ver el catalogo, porque lo cierto es que no me apetecía mucho cocinar antes de una discusión.

No hubo tal discusión ni cena ni catalogo ni hostias. Cuando le abrí y antes de decir nada, me abrazo y mientras me guiaba a la habitación, comenzamos a morrearnos al tiempo que me arrancaba literalmente la ropa, el se quedo desnudo en un instante pero no fui capaz de reaccionar.

Me tumbo en la cama y sin dudarlo, me plegó las piernas sobre los pechos y arrodillado frente a mí, metía carne de una forma exagerada, nunca antes me había follado así.
Con esa intensidad y esa profundidad, pues llego a dolerme el fondo del coño cuando tropezaba con el a cada embestida.

La corrida fue exagerada, me sentía llena y como es normal esa noche ya no se fue, me follo en varias ocasiones hasta las cinco de la mañana, que es cuando le pedí que me dejara marchar a la habitación pequeña para poder dormir un rato antes de ir a trabajar.

Cuando salí de casa el se quedo pues no entraba hasta mas tarde, comimos juntos y esa noche volvió, descongele y comimos la pizza y las croquetas de la noche anterior, vimos el catalogo elegimos el viaje que él ya había seleccionado y después me dijo como si tal cosa.
¿Ya sabes lo que tienes que hacer ahora?

Me desnude, lo desnude a el, lo hice sentar en una silla, puse un cojín en el suelo y le hice una mamada que por como suspiraba a él le supo a gloria y a mi me fue tan desagradable como la primera.

Eso no impidió que tragara todo lo que pude sacarle, cuando fui a levantarme me puso la mano sobre la cabeza para que no lo hiciera y me tuvo así sentada en el suelo hasta que note que la polla ya había recobrado una erección mas que grande.

Me la restregaba contra la cara, entonces saco la mano de la cabeza, me levante y apoye los pechos sobre la mesa ofreciéndole mi culo, sin ninguna consideración me la endiño de un solo empellón hasta el fondo, no grite por vergüenza pero dos lagrimas pugnaban por salir, en parte por el dolor en parte por la humillación.

Cuando termino se fue al baño, se ducho y se acostó en la cama donde se durmió sin siquiera besarme. Yo solo me lave un poco pues no tenia animo para nada más.
A la mañana siguiente me levante y mientras me duchaba para ir a trabajar, entro al baño a decirme que me duchara por la noche, que a esas horas lo despertaba y se acostó otra vez.

Con el paso de los días me acostumbre a esas dos nuevas disciplinas, no me gustaban pero cuando se decidía a follarme, me dejaba satisfecha del todo.
Llegaron las vacaciones que fueron dos semanas de “tregua” tal y como pensaba yo, recordando el verano anterior.

Al regresar fue cuando las sorpresas se multiplicaron. Al día siguiente de regresar y cuando aun nos quedaban dos semanas entera para poder ir a la playa o donde nos apeteciera, me dice.

Me voy unos días a ver a mis padres pues hace tiempo que no los veo, salgo mañana. Según como, quizás vaya unos días a Ibiza con Lulu pues ella y su hermano están allí.
Eso último me sentó como una patada en la cabeza. Pero no le dije nada. ¿Para que?

Me quede esas dos semana sola, pues fue tan repentino que solo se me ocurrió recurrir a mis amigos, Raquel, Mercedes y Juan.
Salimos unos días a la playa y un día cuando les conté lo sucedido con Ros, me dijo “el viejo Juan”

¿Veremos cuanto tarda en meterte a Lulu en casa?
Estas loco atine a decirle, a lo que respondió.

Lo que tu digas, pero es lo que toca a partir de ahora.
Cuando regreso, muy moreno me contó que había pasado unos días en Ibiza y que coincidió con Lulu en alguna ocasión, pues en una isla ya se sabe.

Seguimos con la misma tónica de antes de las vacaciones, unos días mas, hasta que una noche comenzó con el cuento de que nuestra relación no tenia futuro, pues nuestras metas eran muy diferentes y que mejor dejarlo ahora que mas adelante.

Recogió otra vez alguna de las cosas que tenia en casa diciendo que pasaría por lo demás y se fue después de tener la satisfacción de oírme decir.

No te vayas, no me dejes, haré lo que me pidas, ya ves que me adapto a tus deseos pero no me dejes así.
Me quede deshecha pero esta vez estaba decidida a que fuera la ultima.

Cuando se lo conté a mi amiga Raquel me pregunto.
¿Ya se lo has contado a Mercedes y Juan?

Es que me da no se que, Mercedes igual que tu ya me recomendó que no cayera otra vez, pero es que Juan me aseguro que caería y según el esto no ha acabado aun.
Díselo de todas formas, ellos puede que por la edad o porque han visto esto ya otras veces quizás te puedan decir como afrontarlo.

Cuando se lo conté, Mercedes me dijo que lo sentía mucho y a Juan, se le saltaron dos lágrimas muy sinceras que me hicieron llorar a mí también y mucho. Lo peor es cuando me dijo.
Susana esto no se ha acabado y lo sabes.

¡No! te aseguro que esta vez si que se ha acabado, por nada ni por nadie volveré con ese tío, es egoísta e insensible, además lo ha dejado muy claro, no tenemos futuro.
Pero chiquilla es que no ves que el no necesita de ti un futuro, solo necesita tu cuerpo. Y sabe que lo tendrá cuando lo quiera porque en el fondo estas deseando entregárselo.

Estas equivocado y mucho.
No estoy equivocado por desgracia, solo te diré una cosa, sin saber cuantas ni cuales son las concesiones que has tenido que hacer en cada ocasión en que ha regresado, tengo la seguridad que han sido muchas y dolorosas, no se si en el sentido literal.

Es poco lo que me conoces, si me conocieras un poco mas no me hablarías así.
Discúlpame si mi lenguaje te ofende, pero recuerda que te hablo como un amigo que “nunca” obtendrá de ti nada mas, que lo que me quieras dar y eso solo puede ser amistad y confianza.

Si yo no tuviera pareja y te lo digo delante suyo, a pesar de la diferencia de edad, te aseguro que te haría mía, no por lo guapo ni viril que pueda ser, solo porque tienes la voluntad débil y por tanto fácil de moldear.
¿Me estas llamando “Mujer fácil”?

¡No! no te equivoques ni me malinterpretes, lo fácil es tu voluntad. Cualquier persona, hombre o mujer que descubra la fortaleza de tu voluntad te hará suya.
Casi me enfade con Juan, pues fue cruel conmigo, pero Raquel me decía que lo que me había dicho, ella veía que tenia mucha razón y que ella también creía que a la larga si Ros se lo proponía volvería con él.

Paso el tiempo y cuando creí que todo eso había sido solo una pesadilla una mañana cuando iba hacia el trabajo sonó el móvil, era un número que desconocía. Respondí a la llamada y era él.

Había borrado su numero de mi agenda para no tener la tentación de llamarlo, en lugar de colgarle cuando me di cuenta que era el escuche lo que me dijo.
He estado unos meses en Madrid a ver si podía abrir una tienda allí pero al final he vuelto pues no acaba de cuajar el asunto, ¿Podríamos comer juntos, cuando te venga bien?

Me quede callada, esperando que dijera algo mas, pero el esperaba una respuesta y en lugar de colgar quedamos en una fecha y un lugar, seria ese sábado en una marisquería que habíamos frecuentado en ocasiones.

Cuando llegue lo salude de forma un tanto fría aunque él, no pareció notarlo, cuando llevaba sentada poco mas de un minuto, me trajeron un ramo de rosas. Cenamos y bebimos bastante, mas yo que él, cuando estábamos acabando me dijo como si tal cosa.

Te he echado mucho de menos y quiero estar contigo.
¿Pero no recuerdas lo ultimo que me dijiste?

Todos nos equivocamos a veces. Dame una oportunidad.
¿Otra mas?

Yo a ti te daría las que me pidieras, por lo mucho que te quiero y como se que me quieres, aunque puede que estés enfadada conmigo, sé que me la darás.
Me sonrió de esa forma que solo el sabe hacer y le dije que podíamos ir a casa pero a hablar solamente, que no estaba dispuesta a nada mas de momento.

Por el camino hablamos poco, estaba concentrado en conducir pero al llegar a casa la cosa cambio, volvió a ser el zalamero de siempre de forma que acabamos en la cama, como folla el “desgraciado”.

Casi se me había olvidado, hasta la mañana del domingo me tuvo despierta, no se si había tomado algo, pero me dejo derrotada, ni sé cuantos polvos echamos.
Me dejo dormir un rato mientras él salió a comprar unos churros y trajo también chocolate, y fue ese aroma lo que me despertó.

Después de desayunar intente hablar con él, pero me lo impidió pues cuando me di cuenta, estábamos otra vez follando, cuando le dije de parar me miro con cara de lastima.

Lo que hice fue, colocar mis pechos sobre la mesa que es como le gusta encularme y me estuvo dando fuerte, yo también lo echaba de menos pues aunque no me gustaba demasiado era una forma inequívoca de que había regresado a casa.

Así ya se quedo tranquilo, entre en la ducha sola y cuando estaba a punto de salir, parece que se había recuperado un poco y entro, me hizo sentar en la banqueta del baño y metió su nervuda carne en la boca, con lo que acabe la mañana mamando polla.

Cuando había tragado todo y la tenia limpia y reluciente fue cuando salio y me dejo lavándome los dientes para sacarme el sabor que deja el esperma, que sigue sin gustarme.
En ese momento sentí un escalofrió en la columna y resonaron en mi cabeza las palabras del “viejo Juan” tan proféticas, como si estuviera conmigo en el baño y en el fondo ante el recuerdo de sus palabras lo hubiera preferido.

“Pero chiquilla es que no ves que el no necesita de ti un futuro, solo necesita tu cuerpo. Y sabe que lo tendrá cuando lo quiera porque en el fondo estas deseando entregárselo.”

Realmente no sabía como había llegado otra vez a eso. Pero lo cierto es que allí estaba tal y como dijo Juan.
Se instalo en mi casa por tercera vez, follábamos solo cuando el quería, pero las mamadas y las enculadas eran diarias y me llevaron a pensar si en el fondo no seria gay o al menos bisexual.

No era ese el problema principal, lo peor era que pasaba en casa de lunes a viernes y el fin de semana desaparecía sin dar explicaciones, un día que se me ocurrió preguntarle su respuesta fue muy escueta.
Es que necesito mi espacio, ¿No querrás agobiarme?

Ya en primavera tuve otra gran sorpresa.
Una de mis compañeras de trabajo, que decía ser “muy buena amiga mía” me informo, que solía verlo desde hacia tiempo, con Lulu y su hermano en diferentes discotecas los fines de semana.

Cuando le pregunte al respecto, la respuesta no pudo ser mas oportuna.
Yo con quien quedo es con el hermano, ella aparece cuando le parece y claro no le voy a decir que se vaya.

Como en los dos años anteriores hablamos de las vacaciones pero en esta ocasión decidimos ir a Tenerife, no hacia falta ir tan lejos como en otras ocasiones.

Llego el verano y antes de las vacaciones fuimos algún día a la playa, íbamos a una de nudismo pues aunque a mi no me hacia especial gracia a el le encantaba, sobarme y morrearme en publico, para que todos supieran que “era suya” y cuando no se veían municipales, me follaba dentro del agua, algo que cualquiera que mirara veía.

Dos semanas antes de las vacaciones, al llegar a casa tuvimos un pequeño enfrentamiento pues el me decía, que yo era muy poco flexible.

¿Cómo que poco flexible? He tomado tus gustos como míos, a pesar que me repugnan algunas de las cosas que me haces hacer. No discuto lo que planteas y hago siempre lo que dices tú, solo me follas cuando así lo decides. ¿Qué más quieres?
(Me podía haber quedado muda antes de decir eso)

Sin inmutarse me dijo.
He estado con Lulu y me ha dicho que tiene un escape en su casa, ¡la tendrás que dejar estar aquí! Porque no tiene donde ir y con los paletas en casa no puede estar.

¿Cómo que no puede estar con los paletas en casa? Yo bien que estaba mientras me arreglaban la mía.
Si pero ella en verano solo se viste para salir a la calle el resto del día lo pasa desnuda y eso que tiene aire acondicionado, no es por el calor es que le gusta ir desnuda.

¡Pero! Pero es que no conoce a nadie más que a ti.
Con confianza para poder estar desnuda por casa ¡No!

¿Pero como concibes que vaya a estar desnuda por mi casa contigo por aquí? Eso seria muy heavy.
Bueno tú también te puedes desnudar y así no te sentirás tan violenta.

En media hora sonó el timbre y apareció la tal Lulu con un troller inmenso, con lo “indispensable” según ella. Ros la hizo pasar y nos presento. Ella en lugar de besarme en las mejillas lo hizo en los labios y además intento meterme la lengua.

Ros me miro con mala cara y me dijo.
Ella solo trata de ser amable, no veo donde esta el problema, lo mismo que ha tenido ella en la boca también lo has tenido tú.

Yo no sabia que hacer y Ros me saco de toda duda diciendo.
¡Si no se puede quedar, nos tendremos que ir los dos!
A estas horas no tiene donde ir y la acompañare hasta que encontremos un hotel para esta noche y mañana ya buscaremos algún sitio para estar.

¡No! si se puede instalar en el cuarto pequeño.
Dejo el troller en el recibidor y la ropa sobre la cama grande saliendo del cuarto en pelotas, y mirándome dijo.

¿Tú no te desnudas? Es que me harás sentir rara.
No se porque pero me desnude también, al verme dijo mirando con malicia a Ros.

Es mona, creo que nos entenderemos bien.
Acto seguido Ros se levanto, nos atrajo a las dos y tomándonos por la nuca junto nuestros desnudos cuerpos diciendo.

Haber que sois capaces de hacer para que me ponga contento.
Lulu no espero nada mas, sus manos comenzaron a explorar mi cuerpo mientras su lengua exploraba mi boca.

Yo estaba totalmente ida, no entendía nada, esa tía me estaba poniendo a cien, pero a mi no me gustan las tías, Ros se acerco y comenzó a sobarnos a las dos, cuando me fije vi que se había desnudado también.

Cuando tome conciencia de lo que sucedía pues estaba como una autómata, estaba tumbada en el sofá, Lulu de rodillas sobre el apoyabrazos, me estaba comiendo el coño, algo que él en esos casi tres años no había hecho en ninguna ocasión.

Mientras, Ros la tenia ensartada y le daba unos empellones que eran los que hacían que el apoyo que ella tenia sobre mis tetas me las zarandearan y de que forma.

Sin querer, pues realmente no me gustan las mujeres, alcance un orgasmo que no pude contener y que se prolongo ya que fui la primera y ellos siguieron con sus embestidas.

Cuando por fin Ros se corrió lo hizo sobre la espalda de Lulu su pelo y de rebote algo me cayó en la cara, ella se afano a recogerlo y trato de compartirlo conmigo a mi pesar.

Cuando por fin se desmonto el “tren” entre en el baño y Lulu también, me agarro las tetas y me dijo.
Tu y yo nos tenemos que compenetrar, no es plan que Ros pase necesidad teniéndonos a las dos juntas.
Ahora cuando salgamos le tenemos que hacer una mamada a dúo que es como mas le gusta.

Alucinada como estaba solo se me ocurrió decirle que tenía que evacuar y que saldría cuando acabara. Me repuse de la impresión recapacite un poco y pensé que dos semanas pasaban enseguida.
Cuando salí me estaban esperando, el ya estaba tumbado en el sofá y ella le tenia un pezón en la boca estando en una postura muy forzada.
Cuando me vio Lulu pregunto.
¿Qué prefieres, mitad cada una al tiempo o a turnos, tronco y huevos y cambiamos luego?

(Eso me pareció más una conversación de carnicería que de sexo)

Como tú digas, como tienes más experiencia, vaya como lo conoces mucho, sabrás que le gusta más.
Entonces sígueme y veras como lo dejamos seco.

Realmente no se como lo hicimos pero cuando reaccione es porque Lulu estaba sacándome semen de la boca con la lengua mientras me tenia dos dedos dentro del coño y con la otra mano me retorcía un pezón.

Mire y no vi a Ros, cuando le pregunte la respuesta aun me descoloco mas.
Es que estaba cansado y ha decidido dormir en la habitación pequeña, nosotras ya nos arreglaremos en la grande.

Me acosté de forma mecánica y esa ninfomanía me tuvo toda la noche en marcha, no pensé que alguien pudiera tener tanta actividad sexual en tan poco tiempo.

Pasamos las dos semanas de forma similar a ese día, la comida la preparaba Ros y nosotras solo nos dedicábamos a darle sexo hasta que decía vasta y después yo quedaba a merced de Lulu.

El día que marchábamos al aeropuerto, vi que Lulu, cargaba su troller también en el taxi que nos llevaba y le pregunte. ¿Tu donde vas, a Tenerife también?

Si claro, los tres juntos como estos días.
Tuve un relámpago de lucidez, le dije al taxista que bajara mi maleta y tome el taxi de detrás de la parada, en dirección a casa de mi madre.

Antes de que marcharan de vacaciones, pude ver a Raquel Mercedes y Juan, les presente a mi madre y actualmente estoy haciendo terapia con un psicólogo para tratar de eliminar la dependencia que me genera Ros.

Este relato lo he escrito por consejo del psicólogo.

Espero que no continúe.

P.D. Os agradecería el mayor número de comentarios, me serian de gran ayuda.

Muchas gracias.

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