martes, 20 de septiembre de 2011

Las calenturas de Antonia

Antonia era una mujer normal,salvo por su espectacular belleza.Era una hembra de 35 años,casada y madreun varón de 18 años,y una niña que aún no había cumplido el primero..Su marido,era un pavimentador de los que trabajan a destajo,por lo cual su economía era buena.Toñi,como a él le gustaba llamarla,había sido una mujer fiel a lo largo de sus 15 años de matrimonio.Pero eso se iba a acabar.

A Antonia,de un tiempo a esta parte,le venía picando el coño,de la manera que solo una buena polla puede rascar.Nunca había sido ua máquina sexual.Su belleza impactante,había sido bastante para excitar a cuantos hombres se habían ido a la cama con ella antes de casarse,y a su marido después.Siempre la lucía orgulloso y,de solo mirarla caminar,moviendo toda esa armonía carnal,sentía el deseo hervir hasta ponerlo caliente.Lo mismo a la hora de follar.Antonia no era gran cosa en la cama,pero poder tocar su cuerpo,toda aquella gloria,era suficiente para cualquier mortal,o al menos lo había sido parta los afortunados que llegaron a poseerla.

Pero Antonia venía sufriendo las calenturas de la treintena.Los ojos se le iban a las braguetas de los jóvenes "bollicaos" que se cruzaba por la calle.Le gustaba andar provocativamente,y ver sus miradas de deseo.No es que su marido no la satisfacía,que lo hacía plenamente.Y en todos los sentidos.La follaba con toda la frecuencia que lla necesitaba,y lo hacía bien,regaládole un orgasmo al menos cada vez.Juan era el mas cariñoso y comprensivo de los hombres.La colmaba de regalos y atenciones,y ella tenía libre acceso a la cuenta bancaria.Pero quería más.Inexplicablemente,un fuego arrasador se abría paso en sus entrañas.No quería una simple aventura sexual.Quería se la mas puta de las mujeres.Quería pagar con cuernos todo el bien que Juan le había dado.Y quería que fueran unos cuernos grandes,espectaculares y denigrantes.Sabía que estaba mal aquello,pero ya no podía resistirse más a ello.Durante mucho tiempo,había intentado contenerse.Ya no.

El primer paso,el que rompería el hielo y abriría opara ella las puertas del mundo de sexo y perversión,lo tenía en casa.Andrés era un joven de 18 años,compañero de trabajo de su marido.Había venido a trabajar desde Madrid con una cuadrilla.Aquella volvió a Madrid,pero como Andrés había encontrado una novia guapísima en aquella cidudad,decidió quedarse,integrándose en la cuadrilla de Juan,que lo aceptó en su casa cediéndole una habitación en alquiler,más por que el chico le caía bien,que porque necesitara el dinero,que no era el caso.

Pero lo importante era que Andrés era un quesito,rubio como la cerveza,y a Antonia se le caía la baba con él.Mas de una vez sorprendio en ella una mirada fugaz a su bragueta.Al principio Antonia se cortaba,incluso se ruborizaba,pero el caso es que Antonia iba irremediablemente ya para golfa,y acabó mirándole la entrepierna sin disimulo alguno a escondidas de Juan,por supuesto.

Antonia era mujer alta,de enormes tetas y larga melena negra,que enmarcaba un rostro representante de la típica beldad del sur de España.Sus carnes no eran prietas como en la adolescencia,pero tampoco flácidas,y sus formas casi perfectas.Su cintura era estrecha,si acaso con algún michelín tras los dos partos,aunque con grasa y algo de tripita,poca cosa.Su culo y piernas,lo que debería ser el monumento a la provocación,aunque con un principio de celulitis.Tampoco nada muy alla que estropeara su belleza..Pero lo que mas llamaba la antención en ella sin duda alguna,eran sus realmente ENORMES tetas llenas de leche.Si bien eran ya grandes de por sí,la lactancia las hacía descomunales.EN conjunto,una belleza espectacular,fuera de lo común.

Aquella mañana,Antonia fue a hacer la compra supercachonda.Tanto que decidió olvidar todo recato.Se vistió unicamente con un vestido blando largo hasta los pies y abotonado hasta ellos a voluntad.Era de una tela muy fina y semitransparente,un vestido de verano.Pero no era verano.No hacía frio,pero tampoco calor,aunque era una mañana soleada..No se puso sujetador ni bragas.dejó sin abrochar los botones algo mas abajo de su potorro,y por arriba creando un escandaloso escote.Todos pudieron ver sus enormes melones bambolearse bajo él,conocidos y desconocidos.La leche comenzó a salir de su pezones en la tienda de la esquina.pero Antonia no se escondió por ello.Al contrario,se erguía levantando sus tetas orgullosa,para que todos pudieran verlas bien,mientras sentía como se humedecía su intimidad como nunca lo había hecho con un polvo,llegando a convertirse en fuente que derramaba sus líquidos por sus piernas.Estaba loca,loca de vicio,y deseaba que todos la vieran así,cuanto más conocidos y cercanos a su familia mejor.Ya pensaría dspués que le iba a decir a Juan.El pobre idiota comía en su mano,no sería difícil hacerle creer cualquier excusa.Antonia sonrio,plenamente satisfecha en sus pensamientos perversos.

De vuelta a casa,se cruzó con su hijo que volvía de clase,con algunos amigos.No pudo resisistrlo y se dirigió hasta ellos.El pobre chaval,esbozaba toda su vergüenza en la cara,pero Antonía sentía un orgasmo continuo y delicioso ante las miradas de los pibitos en sus enormes tetas,que ella se encargaba de bambolear escandalosamente.Se fue moviendo el clo provocativamente,feliz.

Al llegar a casa,Juan ya estaba allí,en el salón.Y Andrés.Veían la televisión,mientras fumaban un cigarrillo y bebían cerveza.Se las arregló para que el p`rimero no la vuiera directamente,mientras se paseaba contoneándose ante el segundo.Intentó alguna mirada pícara,pero Andrés la evadía.Aunque el chaval no era tímido,la presencia del marido tan cerca le cortaba.

Antonia fue a preparar la comida.En un momento dado,Andrés se dirigió al aseo.Tenía que pasar ante la cocina.Antonia sonrió.Él correspondió.Ella no pudo evitar seguirle,con la intención de espiarle.Pudo hacerlo,pues el chico no solía cerrar la puerta del todo para orinar.A ella el encantaba que fuera así.Mas de una vez había intentado ver su polla a hurtadillas,sin éxito.Aquella vez en cambio,no se escondió.Simplemente fue hasta la puerta,y desde allí miró,sin importarle si el chaval la descubría.Era más;quería que lo hiciera.En cambio,la sorpresa fue suya,al ver aquel pollón en manos del chico.jamás hubiera pensado que esconciera tal maravilla.Quedó mirando embobada.El chico por su parte,con toda seguridad notó su presencia,pero no lo reveló,como si no se hubiera dado cuenta.

Antonia regresó a la cocina,supoercachonda.No podía más.Sabía que Andrés pasaría en un momento de nuevo tras ella.Levantando el estremo de los pies del vestido desde un extremo,lo pasó sobre su espalda,inclinándose sobre los fogones.Su culo quedaba totalmente expuesto.Quería que fuera así.Quería ser la reina de las putas.Esperó.

Obviamente,aquella exposición no era algo que pudiera haber ocurrido fortuitamente.Andrés sabría que estaba mostrándole el culo a él,invitánole a servirse a su gusto con su cuerpo.De repente,sin haber oídos pasos tras ella,notó un edo abriéndose en su culo sin pedir permiso.Nunca había probado el sexo anal,perono se opuso.Se dejó hacer.

-¡Guarrona…¡!Estas cachonda…¡¿eh?-susurró el chaval,mientras abrazándola por la espalda,le besaba el cuello y sababa sus melones con ambas manos con avaricia.

-¡Si,…si…¡-suspiraba ella-¡No dejes de tocarme…por favor¡!No sabes cuanto he esperado esto,cariño¡…!Ooohhhh…¡-no podía reprimir el suave gemido,ante el placer que le procuraban aquellas jóvenes manos en sus tetas.-Follaba con Juan pensando en ti.-No podía evitar decir todo aquello.Necesitaba sentirse muy puta.No solo ofreciendo así su cuerpo,sino denigrando a su marido.

-¡Puta¡-

Andrés la volteó.Desabrochando algunos botones,sacó sus enormes tetas fuera,mamándolas,estrujándolas,sintiendo su leche correr dentro de su boca.Mientras, ella acariciaba con deleite su culo.Era,con diferencia,la parte que más le atraía en un chico.Unos glúteos redondos y duros,era algo se llevaba sus ojos Detrás.Por supuesto que también le gustaban una cinturta com abdominales bien definidas…unos pectorales podrosos…espalda y hombros amplios…fuertes brazos…pero no llegando a los niveles de un culturista.Y desde luego,todo desplazado a un segundo lugar tras un culito sexy y prieto.

Cogiendo un tarro de margarina,la inclinó sobre el fregadero y comenzo a untar su ojete.Una y otra vez,sin preocuparse de meter allí los dedos que antes habían estado dentro de aquel ano.Tuvo bastante cuidado con la penetración,pero tampoco era tan necesario.Antonia estaba tan excitada,que el dolor unicamente la empujaba a seguir,excitándola aún más.

Así fue su primera enculada,que resultó algo delicioso,sublime.Si al primero el dolor fue atroz,insoportable creyó por un momento,su firme decisión le permitió relajarse y gozar.Como no lo había hecho nunca.Se corríó con escandalosa abundancia,pensando en la proximidad de su marido,que nada sospechaba.Solo este pensamiento,le bastó para comenzar a correrse de nuevo.

Sacándola de golpe de su culo,Andrés la obligó a arrodillarse ante él .
-¡Abre bien la boca,zorra¡-susurró mientras masturbaba su polla frenéticamente frente a su cara.Ella obedeció gustosa.Nunca había probado el esperma,nunca ningún hombre se había corrdido en su boca.pero estaba dispuesta a permitir que aquel chico lo hiciera,como le premitió reventar su culo.Es más,lo deseaba con todas sus fuerzas.de no haberlo exigido él.lo hubiera suplicado ella.

La corrida del machito fue apoteósica.Gran parte fue directamente dentro de la boca,pero gran parte también se estrelló en cu cara.Con mirada viciosa clavada en los ojos de su amante,comenzó a recogerla con los dedos,lamiéndola…esparciéndola por toda su cara.Andrés la contemplaba extasiado.

-¡Que zorra eres¡
Ella miraba perdida de lujuria y vicio.


CONTINUARÁ

No hay comentarios:

Publicar un comentario