martes, 11 de octubre de 2011

En la Playa

Los dos sentados sobre la arena, el sol ha aparecido hace pocas horas, miramos el inmenso océano, uno al lado de la otra, la playa está desierta, somos los únicos habitantes de la pequeña y paradisiaca isla, nuestro lujoso yate está anclado en lugar seguro, la lanchita en que remé para llevarte a tierra está atada, sobre la arena fina, delgada y perfecta. Su contacto es suave y acariciante en los pies, los tuyos juguetones entran y salen formando ondulaciones en la superficie ríes divertida, yo admiro tu rostro, tus enormes y expresivos ojos irradian felicidad, por fin vamos a cumplir nuestra fantasía, disfrutaremos de nuestro amor en una playa desierta, solo las aves y los peces serán testigos de ello, el cielo azul se confunde con el mar en el horizonte, levantas tu brazo sensualmente para poner tu mano extendida sobre tus ojos y hacerte sombra sobre ellos.

Miras concentrada a lo lejos, tu delicada bata deja entrever tu cuerpo perfecto, tu brazo levantado sube mas y lleva a tu mano a mesar tu pelo, sacudiéndolo y separándolo para que pase la fresca brisa entre él y refresque tu incipiente calor, sabes que ese ademán me seduce y me enciende, veo tu pose seductora y siento en la punta de mi pene ese conocido golpe de sangre al iniciarse la erección, mi verga empieza a reaccionar con tu imagen sensual, me miras sonriente, sabedora de mis reacciones, conoces perfectamente mi pene y sabes que empieza a endurecerse.

Adoptas mas sensualidad aun, miro tu axila, tu encantadora y enloquecedora axila, recién depilada, los pliegues de esa piel suave y lisa, blanca como nieve, apetitosa para mi, tu sonrisa me coquetea y un rápido movimiento de tus ojos me invita a lamer y degustar de ese manjar tan apreciado por mí.

Me acerco a ti, y permaneces con tu axila al aire, invitadora, sensual, lento beso y lamo tu brazo desde el codo levantado hacia la axila, siento como te estremeces por el cosquilleante roce de mis labios y mi lengua que apenas tocan tu piel, pero mi aliento tibio invade de sensaciones esa sensible parte de tu anatomía, sientes cómo la descarga eléctrica de mis caricias envían sus excitantes mensajes a tu pezón, percibes como inicia su endurecimiento tu seno, lo aprecias levantándose, la areola se te contrae y toma poco a poco su forma ovalada que delata la lujuria que nace en tu cuerpo. Gimes involuntariamente tu pecho se levanta y baja más profundamente, mi boca desesperada empieza a lamer y besar tu axila, haciéndote retorcer sobre tus esculturales nalgas, mi mano se apoya en tu chiche temblante, agitada con su pezón duro cual diamante, presto a ser mamado tratando de extraerle la vital leche que algunas veces ha guardado en él, pero mi atención está en tu axila, mis labios chupan y maman tu piel, el cosquilleo es intenso tomas mi cabeza con tu mano para atraerme más a tu delicioso sobaco, percibo tu característico olor de sudor nuevo y fresco. Mi verga se pone más dura y la siento crecer, me oprime el bóxer resaltándose en él la figura de mi falo duro y gordo, suspiras y sollozas de placer, mis dedos pellizcan suavemente tu pezón haciéndolo girar a un lado y al otro arrancándote grititos que delatan tu cachondez, mis besos se han convertido en un cachondeo lujurioso que aumentan tu líbido haciéndote lubricar tu vagina, sientes como tu néctar se empieza a formar en tus entrañas y como moja el ansiado y deseado canal de tu sexo, el calor de tu vulva aumenta, y la secreción de tu panocha no puede ser contenida mas y fluye fuera de ti mojando tus labios internos que poco a poco invaden toda la vulva haciéndola parecer brillante y húmeda.

Yo te había prometido que la primera vez que te poseyera lo haría en el mar, por lo tanto y con miles de dificultades en mi mente embriagada, me pongo de pie ante ti y te ayudo a levantarte, me miras agradecida pues sabes que te voy a cumplir mi promesa, nos abrazamos y nos besamos tranquila y suavemente nuestras lenguas se entrecruzan inquietas, tratando de abrazarse ellas a su vez, te separas de mi, para despojarte de tu bata, quedando en tu breve bikini que apenas oculta tus perfectos senos con tus pezones erectos, y la diminuta tanga deja descubierto tu soberbio culazo, firme y duro. Y tomando mi mano me conduces al mar, caminando lento, pero acelerando poco a poco el paso hasta llegar a una divertida carrera tomados de la mano para invadir el mar con nuestros cuerpos ardientes de líbido y lujuria.

Brincamos sobre las olas bajas sorteándolas juguetonamente, reímos por nuestra felicidad, mientras una ola revienta en nuestros pies y nos derriba al agua, ríes emocionada y tu risa da vida a la isla, nadamos un poco mar adentro hasta donde el agua cubre nuestros pechos te abrazo por la espalda sintiendo tu cuerpo en mis brazos tomas mis brazos con tus manos y volteando la cara buscas mi boca para besarnos de nuevo, ese beso devuelve la sangre a mi miembro, la sensación en mi glande me excita, lo siento crecer y engrosar, rápidamente se pone erecto y se apoya en el canal entre tus nalgas me sientes en ti y remueves tu culito contra mi pene, tu ano cosquillea con la sensación de la verga dura parada pegada a tu culo, te oprimo contra mí y empujo mi pelvis contra tus caderas, sonríes llena de deseo, solo el delgado hilo de tu tanga se interpone en tu ano, mis manos suben a tus pechos y hábilmente los despojo del brasier quedando desnudos en mis palmas, mis dedos atrapan los botones de tus senos los pellizco y te retuerces de placer, no dejamos de besarnos te vas girando para quedar frente e frente, deshaces un poco el abrazo para bajar mi bañador el cual se atora con mi tiesa verga y eso te hace reír divertida.

Metes tu manita y sujetas mi verga para bajarme la prenda, que sale flotando en el agua tus manos me exploran ansiosas, tomas mi pene entre ellas lo sobas bajas y subes el prepucio descubriendo y ocultando el glande morado azuloso, lo acaricias un rato sobas mis huevos dándome un placer inmenso, mientras tanto yo te desnudo completa acaricio tu vulva lisa y depilada me maravilla esa sensación de tu intima piel, mi dedo lo paso entre tus labios y mi yema toca tu clítoris, haciéndote gemir sorprendida por la intensa sensación que te produje, nos masturbamos uno a la otra tus manos suben y bajan mi piel, en tanto que mis dedos entran y salen de tu panochita, la siento caliente, ardiendo. Tus ojazos se entrecierran de placer y deseo, tu respiración delata tu cachondez, bebo tu aliento sensual, que sabe a lujuria.

Sueltas mi pene y abrazas mis hombros, acercas decidida tu pelvis, te tomo por las turgentes nalgas y te levanto en vilo, subes tus piernas y rodeas mi cintura con ellas, montándote en mi. Mi verga te busca ansiosa y tu panocha se abre sola, buscándola también, invitándola a entrar.

Siento tu cuerpo en mi punta y se me endurece mas, te levanto para colocarte encima de mi falo, te abrazas más fuerte y subes tu cuerpo en el mío, nos buscamos con paciencia, sintiendo nuestros roces, tú me guías a tu concha moviendo tu culo en mis manos, por fin sientes mi cabeza en tu entrada y tus uñas se clavan en mis hombros, eso me indica que estamos listos, empujo mi verga hacia arriba y te jalo hacia mí, mi glande se apoya en tu vulva, tu vagina se abre como bostezando, queriendo tragarse toda mi cabeza, siento la entrada abierta presiono y presionas, y lento, muy lento te vas clavando en mi estaca, gimes y sollozas, tiemblas por la sensación de ser penetrada por fin dentro del mar.

Yo sigo empujando mi verga dentro de ti y tú me recibes golosa quieres clavártela toda, y también empujas, hasta que sientes mi raíz en tus nalgas, exhalas un largo y profundo suspiro de placer, al tiempo que te quedas quieta, saboreándome en tus entrañas, sientes por dentro de ti mi verga gorda y larga clavada firmemente en ti, llegándote más arriba de tu ombligo, apoyas tu cara en mi cuello y me besas ahí dulcemente, agradecida por tenerte así, penetrada y amada, mis manos soportan tus nalgas mis dedos se clavan en ellas manoseándote y cachondeándote a mi gusto. Lento, inicio el movimiento en ti, meto y saco mi falo de tu panocha, tallo una y otra y otra y otra vez mi verga en tu vagina, tú te sujetas a mí y subes y bajas tu cuerpo, acompañando mi cogida. Camino un poco hacia la orilla para que el agua no nos cubra tanto, te llevo hasta donde el agua no tapa tu pecho. Quiero mamarte las chiches, así te lo pido y tu presta a complacerme tomas con tu mano tu seno derecho, el más sensible de los dos y guías tu pezón a mi boca sedienta de tu leche, te mamo glotonamente arrancándote quejidos intensos por la fuerza de mis mamadas. Te oprimes la chiche como exprimiéndola tratando inútilmente de darme leche, pero yo sigo mamándote ansiosamente y eso me da más bríos para empujar contra ti mi verga, empujo más fuerte y más rápido, mas y mas, tú te estremeces y te abrazas fuerte a mí, yo suelto tu pezón y te atraigo mas con mis manos en tu culo, busco con mi dedo tu ano encontrándolo de inmediato, contraído en defensa pero mi dedo lo acaricia y lo estimula, hasta que lo vas relajando siento que ya no lo tienes tan apretado y empiezo a deslizar dentro de ti mi dedo, entrando por tu ano, gimes y te entregas a mi caricia, te pones más caliente y sollozando te remueves en mi verga, gritando quedamente en mi cuello al entrar todo mi dedo en tu culito, yo empujo con una cadencia veloz contra tu panocha que aun bajo el agua no deja de manar sus jugos viscosos y sensuales, te estoy cogiendo, estamos cogiendo como querías hacerlo, sentir mi verga en tu vagina por debajo del mar. Sientes esa sensación y sabes que se aproxima tu explosión.

Tu lujuria aumenta a más no poder, mi verga entra y sale de ti, vertiginosa, tus chiches rebotan en tu pecho incontrolables, tus ojos están cerrados sientes como entro y salgo mas y mas y mas, aprietas tu culo con mi dedo aprisionado, tu panocha se prepara para estallar, sientes como de adentro de ti va creciendo ese calor que abraza tus entrañas, sientes las contracciones y tu cuerpo libera escandalosamente tu potente orgasmo, aúllas de placer, me muerdes el cuello y clavas tus uñas en mi piel, pero apenas lo siento, pues las sensaciones de tu venida aprisionan mi verga y la ponen más dura todavía, más gruesa, más larga, las paredes de tu vagina vibran en todo su trayecto en forma intermitente, oprimiendo y soltando todo mi tronco agradeciendo que te la haya metido y te haya cogido tan deliciosamente, no resisto mas y reviento en chorros candentes dentro de ti, son litros de semen los que bañan tu vagina sientes el calor de mi leche en tu panocha, grito de placer acompañando tus gritos y lamentos al haberte regado con mi semilla tu útero, sigo empujando y siguen saliendo chorros de mi verga, sientes como escurre el semen fuera de ti acompañado de tus jugos que se esparcen en el mar, dejamos que nuestras convulsiones sigan en tu vagina y mi verga hasta que cesan por completo.

Mi verga aun esta dura, no tanto como hace unos minutos pero aun se siente firme y desafiante, me pides que te baje pues la posición te ha cansado las piernas, te elevo un poco y saco mi verga de ti lento, como despidiéndome temporalmente y prometiendo entrar de nuevo en ti en poco tiempo. Permanecemos abrazados sintiendo como salen de nuestros cuerpos las últimas gotas de semen y jugos, me tocas la verga con tu mano y yo acaricio gentil tu panochita, pides regresar a la playa, atrapamos nuestras ropas y tomándote de la mano volvemos a la arena después de haberte cogido bajo el agua.

Ya intentaremos después entregarnos sobre la arena........ ¿Te parece bien?

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