viernes, 11 de noviembre de 2011

Las fantasías de Soraya

Como cada día, Soraya se levantaba temprano para ir a la universidad. Hoy
cumplía 18 años, y aunque para ella nada parecía haber cambiado en su vida, sabía que
en cualquier momento se podrían producir cambios. Soraya vivía sola con su padre en un barrio de Barcelona, al que se acababan de
mudar, y en el que intentaba pasar desapercibida. Su padre trabajaba como vigilante en
una fábrica, en turnos de doce horas día-noche, por lo que la mayoría del tiempo estaba
sola en casa, enfrascada en sus libros.
Era su primer día en la universidad, y estaba preocupada por el hecho de
querer pasar desapercibida. Era demasiado tímida y sabía que en la universidad había
demasiada gente para que nadie se fijara en ella.
Cogió el metro a las 8:30, y diez paradas después llegó a la universidad. Tuvo
que preguntar varias veces por el aula en la que tenía que realizar las clases, y a las 9:00
empezó su primera clase. Durante las dos primeras horas tuvo que soportar las miradas
de sus compañeros de clase, que parecían no parar de hacer comentarios sobre ella. Ella
no se consideraba una chica guapa, pero el resto de la clase no pareció pensar lo mismo.
Aunque nunca había estado con nadie, no parecía importarle esa situación, y las miradas
de sus compañeros tampoco parecieron hacerle efecto.
A las 11:00 empezó el momento del desayuno, y los alumnos disponían de 30
minutos de descanso hasta la siguiente clase. Soraya se dirigió a la cafetería, pidió
un café y salió al parque que había en la universidad a sentarse en un banco. Notó la
presencia de una chica que la observaba escondida detrás de una pared. Al cabo de un
rato, no pudo aguantar y la llamó:
- Hola… ¿vas a estar escondida toda la mañana,…, te puedo ayudar en algo?
- Perdona….no quería molestarte.
- No me molestas, pero no es normal vigilar a escondidas a la gente…
- No estoy vigilándote, simplemente te he visto sola, y bueno, pensé que quizá
quisieras conocer gente nueva.
- No me interesa conocer gente, estoy muy bien sola.
- Lo siento, no quería molestarte. Te dejo sola entonces. Adiós…
- Espera,….perdona, no quería ser tan brusca…puedes quedarte, si quieres…
- Bueno, no pasa nada….Dime, ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Soraya.
- Yo me llamo Lidia. Dime, ¿es tu primer año en la universidad?
- Sí, me he mudado hace poco a Barcelona. La verdad es que no suelo hablar
con nadie, y menos con desconocidos.
- Bueno, pero ahora ya no soy una desconocida, ahora somos amigas.
- Vaya, veo que vas muy rápida. ¿De verdad quieres ser mi amiga?
- Pues claro. Por si no te has dado cuenta no tengo amigas, y tú parece que
tampoco vas sobrada en ese aspecto. Me caes bien, pero si no quieres que
seamos amigas no pasa nada.
- Tampoco he dicho eso. Tú también me has caído bien, así que no tengo
inconveniente. Volvamos a clase.
A las 11:30 iniciaron de nuevo las clases. Al ser el primer día había pupitres libres en la
clase, y Lidia pudo sentarse junto a Soraya.
- Qué bien que haya sitios libres, así me puedo sentar a tu lado.
- Es verdad. Ahora empieza la clase más complicada de todas, la de latín. A mí
se me da fatal. Y ya nos han puesto un trabajo bastante difícil.
- No te preocupes, Soraya, a mí se me da bastante bien. Si quieres quedamos
para hacerlo juntas en mi casa.
- Uy, no sé, no me gusta molestar.
- Que va, si no molestas, al contrario.
A las 13:00 acabaron las clases y se fueron a casa de Lidia, ya que el padre de Soraya
trabajaba todo el día y Lidia decidió invitarla también a comer. Después de comer se
fueron a la habitación de Lidia para hacer el trabajo de latín que les habían mandado
en la universidad. Como a Lidia se le daba muy bien acabaron el trabajo en muy poco
tiempo, así que tenían toda la tarde libre.
Vaya, no sabía que se te diera tan bien el latín. Hemos acabado muy pronto.
Sí, ahora tenemos toda la tarde libre para hacer lo que queramos. ¿Quieres
que nos conectemos a Internet?
- La verdad es que yo controlo poco, porque en casa nunca hemos tenido.
- No te preocupes, yo te enseño. ¿Te gusta chatear?
- No sé, nunca lo he hecho.
- Vaya, no te preocupes, ya verás que divertido.
- ¿Y qué suele hacer por el chat? ¿Hay canales diferentes?
- Si. Normalmente me conecto a canales de sexo.
- ¿De sexo?...¿En serio?
- Sí, es muy divertido, te encuentras cada cosa…
- Eso parece un poco peligroso, no crees…
- Que va, si es muy divertido. A veces me conecto a canales bisexuales, o a
canales lésbicos.
- ¿Eres bisexual,….o lesbiana?...
- Digamos que me da morbo.
- ¿Pero te gustan las chicas?
- Digamos que no me importaría probar. Además, tengo ganas de probarlo.
- Y por eso chateas con chicas…
- Si, la verdad es que lo hago porque me da mucho morbo. Tengo ganas
sobretodo de besar a una chica.
- ¿Y porqué no lo has probado?
- Pues porque no es tan fácil encontrar a la chica adecuada. Si fuera con una
chica como tú sería lo ideal.
- ¿Como yo? Qué quieres decir….
- Bueno, no sé, si te soy sincera, la primera vez que te he visto he sentido unas
ganas locas de probar tus labios….son muy sensuales….
- …¿Lo dices en serio?....Vaya, nunca me habría imaginado que podría atraer
a una chica.
- Pues a mi me atraes, aunque realmente a mí me gustan los chicos, pero me
encantaría probar con una chica.
- Vaya, esto no me lo esperaba…..no sé que decir…a mi las chicas nunca me
han atraído.
- No pasa nada, me imaginaba que dirías eso. Olvida lo que te he dicho, y
vamos a chatear….si quieres.


- Vale, a ver si es tan divertido como tú dices.
- Normalmente me conecto a un chat extranjero, pero de lenguaje latino.
Normalmente me pongo un “nick” llamativo, así me aseguro que la gente
quiera hablar conmigo.
- ¿Qué nick usas?
- Pues me voy a poner como “nick” “morbosa”, ya verás que pronto me abren
conversación.
En efecto, al iniciar sesión en el chat lésbico, muchas usuarias abrieron conversación
con Lidia.
- Te lo dije, Soraya, que con este “nick” muchas chicas nos pedirían
conversación.
- Ya veo, ya….de momento te han abierto 6 a la vez. ¿Con cual de ellas vas a
hablar?
- Pues si puedo con todas,,, a ver cuál es más caliente…jeje…Mira, creo que
esta de aquí parece morbosa….se ha puesto como “nick “ “gatita_encelo”.
Suena interesante, ¿quieres que le diga algo?
- Vale.
o Hola, “gatita”.
o Que tal, “morbosa”.
o Bien, y tú.
o Aquí, un poco caliente.
o Mmm... eso suena muy bien. ¿Y se puede saber por qué estás
caliente?
o Pues porque tengo muchas ganas de besar a una chica. Es algo que
nunca he hecho, y solamente de pensarlo me pongo muy caliente.
o ¿Eres lesbiana?
o No, más bien bisexual, me gustan los hombres pero me daría morbo
hacerlo con una chica.
o Mmm… eso es muy interesante.
o ¿Tú eres lesbiana?
o Si. Desde hace años.
o ¿Y qué se siente al hacerlo con una mujer?
o Pues eso creo que deberías probarlo por ti misma, aunque te puedo
decir que es algo muy morboso y excitante. Nosotras sabemos cómo
darnos placer, ya que hacemos lo mismo que nos gustarían que nos
hicieran.
o Ya, entiendo. En principio mi morbo sería darme el lote con una
chica.
o ¿Solamente eso?
o Bueno, no sé,…eso de comerle el coño a una chica, no sé si me
gustaría.
o Eso es muy excitante, y muy rico, seguro que te encantaría.
o No sé, hasta que no lo pruebe no lo sabré.
o Y dime, ¿por qué no lo has probado con ninguna?
o Pues en principio porque no he encontrado a la chica ideal con quién
probarlo….bueno, sí que la he encontrado, pero creo que ella no
quiere.
o ¿Ah, sí? Y quién es la afortunada…
o Pues es una amiga que acabo de conocer hoy en la universidad…está
aquí a mi lado.
o Vaya, y por qué no quiere…
o Pues dice que las chicas no le atraen…
o Tú dile que no sea tonta, que por probar no pasa nada…no hacéis
nada malo. Si no le gusta, pues no pasa nada, probado está.
o Intentaré convencerla…de todos modos, aunque me diga que sí, no sé
si sabré hacerlo bien…
o ¿Hacer bien qué?
o Pues,..ya sabes,..besarla, comerle...
o No te preocupes, tienes que hacerlo como te gustaría que te lo
hicieran a ti.
o Ah…muchas gracias por el consejo... ¿Tú has probado muchas
cosas?
o Si yo te contara…creo que he probado casi de todo.
o ¿En serio?... ¿Qué es lo más fuerte que has probado?
o Pues creo que sexo con animales.
o No me digas….eso es un poco asqueroso, no crees…
o No creas, a mi no me desagradó.
o Eso me lo tienes que contar algún día…si quieres, claro.
o Claro, con mucho gusto.
o Y de las cosas que has probado, que es lo que más te ha gustado…
o Pues creo que el sexo anal. Me encanta que me metan cosas, cuanto
más grandes mejor.
o Eso suena mejor que lo de los animales.
o Bueno, es tan morboso como eso, pero a mí me gusta más.
o Eso quizá lo pruebe algún día.
o Te gustará…oye, te tengo que dejar, me tengo que ir a estudiar.
Hablamos en otro momento, si quieres.
o Claro, ya te he agregado como favorito en usuarios.
o Perfecto, pues hasta otra…Saludos a tu amiga. Chao.
o Chao
Vaya, Lidia, menuda conversación más caliente.
¿Te ha parecido caliente?
Y tanto…no me imaginaba que la gente hablara así por el Chat.
Bueno, normalmente sueles decir por aquí lo que no te atreverías a hacer o
decir en persona.
- Y normalmente tú hablas así por aquí….
- Sí, aunque he de reconocer que es la primera vez que me ponen tan caliente.
Esta chica promete.
- ¿Crees que ha dicho la verdad en todo?..Eso de los animales, suena a cuento
chino.
- No creas, hay más gente de la que tú te piensas que le gusta hacer eso.
- ¿Lo dices en serio?
- Si, claro. Esperemos a ver qué nos cuenta la próxima vez, me ha dejado
intrigada. ¿A ti no?
- Pues la verdad, un poco, aunque me cueste admitirlo.
- La próxima vez le diremos que nos explique lo que ha probado.
- Vale.

Entonces,…te ha parecido caliente nuestra conversación…
Si,…bastante…
Eso significa que tú también te has puesto caliente…
No...no…qué cosas dices…
No pasa nada si lo estás…tampoco es nada malo…Solo que….
Qué….dime.
No, nada, déjalo.
Anda, no seas tonta, qué quieres decirme.
Pues….se me había pasado por la cabeza…que quizá si estabas cachonda,
querrías probar conmigo…
¿Otra vez con lo mismo?...
..Perdona, no te enfades,…si no quieres no pasa nada…Lo siento, no te
lo volveré a pedir. Creo que será mejor que lo dejemos por hoy…no me
encuentro bien.
Espera, no corras tanto, que tampoco pasa nada. ¿De verdad tienes tantas
ganas de probarlo con una chica? No entiendo por qué estás tan obsesionada.
No es obsesión, simplemente me gustaría probar, no creo que haya nada
malo en eso.
-Tienes razón…mira, vamos a hacer una cosa…si quieres
probar….probaremos, pero no creo que me guste.
¿Estás segura? Luego no vayas a echarme en cara nada.
No lo hago para echarte nada en cara, nadie me obliga a hacerlo, pero eres tú
la que tiene que llevar la voz cantante, yo no haré nada.
Vale…
A ver, dime qué tengo que hacer.
Pues….túmbate en la cama.


Soraya se tumbó en la cama, y cerró los ojos. Lidia, no sabía qué hacer, pero decidió
perder la vergüenza y dejarse llevar, ya que si no era ella la que lo hacía, perdería la
oportunidad que tanto estaba esperando.
Decidió perder la vergüenza y lanzarse sin pensar. Se acercó a la cama, dónde yacía
tumbada Soraya.
Ella permanecía con los ojos cerrados, y su cuerpo temblaba. Lidia empezó a quitarle
la camisa lentamente. Observó que Soraya llevaba un sujetador muy sexy, transparente,
que dejaba entrever sus pezones. Deslizó sus manos sobre sus pechos y acarició los
pezones. Acercó sus labios a la boca de Soraya y los unió a los suyos. Las dos se
fundieron en un largo beso. Sus lenguas se unieron lentamente. Soraya soltó un gemido.
Lidia dejó de besarla y deslizó sus labios hacia los pezones de Soraya. Los atrapó con
sus dientes y empezó a morderlos suavemente. Soraya notó que sus pezones estaban
duros, y volvió a gemir. Esto hizo que Lidia se pusiera aún más caliente. De repente
Soraya cambió de actitud y decidió pasar a la acción. Cogió a Lidia por la cintura y
la tumbó en la cama. Cogió sus brazos con fuerza. Besó sus labios con pasión. Su
mano se deslizó bajó los pantalones, y acarició la entrepierna. Le bajó los pantalones
y las bragas. Soraya vio que tenía el coño completamente depilado, y sintió un deseo
irrefrenable de comérselo. Bajó su cabeza y con la lengua chupó en círculos el clítoris
de Lidia, que no paraba de gemir…’Sí, Soraya, que rico….no pares, no pares…’.
Minutos después Lidia arqueó su cuerpo y tuvo el mayor orgasmo que ella recordaba.
Sus cuerpos sudorosos permanecieron abrazados durante unos minutos, sin mediar
palabras, hasta que Lidia por fin rompió el silencio:
Uff….ha sido el mejor orgasmo que he tenido en mi vida….
¿Te ha gustado?...
Mucho, me ha encantado…ha sido todo tan rápido…Y a ti, ¿te ha gustado?
Sí, a mí sí, pero no sé qué pensar ahora…
A qué te refieres…
Pues que en el fondo, sigo pensando que no me gustan las chicas, que soy
heterosexual.
- Bueno, eso no tiene nada que ver. Acaso no lo has pasado bien…
- Si, mucho.
- Entonces no pienses en rollos moralistas, que eso está pasado de moda.
Aprovecha que lo has pasado bien, y ya está. Yo también sigo siendo
heterosexual, pero si quiero puedo volver a hacerlo con chicas también.
- Sí, creo que es mejor no pensar.
- Vamos a decirle a nuestra nueva amiga lo que acabamos de hacer…
- Vale.
- Por cierto, te podrías quedar a dormir aquí, mira qué hora es…
- Ostras, es verdad…creo que debería irme…
- No hace falta, te invito a quedarte…anda, coge el teléfono y llama a tu padre.
-
-
Soraya llamó a su padre. Casualmente esa noche tenía que hacer horas extras en la
fábrica, así que se quedaba a dormir en el trabajo. No puso objeción a que se quedara en
casa de su amiga.
- Mi padre no duerme en casa hoy, así que me ha dado permiso para quedarme
- ¡Qué bien...! Eso es estupendo. Verás qué bien lo pasamos. Vamos a
conectarnos y hablar con nuestra amiga…a mí me dejó muy intrigada con
eso de los animales…
- Sí, a mí también….
Volvieron a entrar en el chat, y consiguieron contactar con su amiga cibernética.
-
-
-
Hola, “gatita”.
Hola, “morbosa”, cuánto tiempo.
Sí, qué suerte encontrarte por aquí de nuevo. Mi amiga y yo teníamos ganas
de hablar contigo.
¿Ah, sí? Y sobre qué tema queríais hablar.
Pues primero de todo, queríamos decirte que finalmente mi amiga y yo nos
hemos enrollado. Ha sido genial.
Mmm...…qué buena noticia…y seguro que os ha gustado mucho a las dos…
Sí, nos ha encantado.
¿Vais a volver a repetir?
No lo sé, nunca se sabe.
¿Y con otras?
Pues no sé. ¿A ti te gustaría?
Sí, claro, además, os podría enseñar muchas cosas.
Eso suena muy interesante. Esta mañana nos has dejado muy intrigadas…
¿Ah sí? Y por qué…
Pues con el tema del sexo con animales.
Ah, vale…Qué pasa, os gustaría probar…
Uy, no….eso tiene pinta de ser asqueroso.
Bueno, eso es porque no lo habéis probado. Además, vuestra curiosidad os
delata.
- Bueno, simplemente teníamos curiosidad. Que nos expliques cómo era y qué
cosas habías probado.
- ¿Con animales?
- Sí
- Pues lo he probado varias veces, con el perro de una amiga.
- ¿Y ella te deja hacer eso?
- Bueno, digamos que nos hemos liado varias veces, y alguna vez se ha traído
a su perro…Ella también interviene.
- Y dime, qué es lo que hacéis…
- Pues lo que más me ha gustado es hacerle una mamada.
- Uf... ¿eso es un poco fuerte, no?
- Bueno, suena fuerte, la verdad, pero a mí me da igual lo que piense la gente,
lo he probado y me ha gustado, la verdad.
- Pero supongo que es mejor hacérsela a un hombre, no crees…
- Pues no se lo he hecho nunca a un hombre, pero a un perro es súper
morboso.
- Y qué se siente…
- Pues lo más morboso es cómo la tiene de grande…
- ¿Tan grande la tiene?
- Sí, es un perro Golden, cómo los del Scottex. Creo que le mide unos 20 cm.,
y también se hincha, así que es gorda también.
- ¿Y por qué se hincha?
- Pues se hincha cuando le bajas la piel, y sobretodo cuando está punto de
correrse.
- ¿Quieres decir que se corre cuando le haces cosas?
- Y tanto...no te imaginas la de leche que sueltan.
- ¿Y se corre dentro de tu boca?
- No lo he probado nunca. Normalmente se corre en mi mano, aunque siempre
va soltando leche poco a poco, y ésta si que la suelta en mi boca.
- ¿Y qué sabor tiene?
- Pues no te sabría decir, porque cuando lo hago uso lubricante de sabores, que
disimula olores y sabores.
- Nunca habría imaginado que una mujer pudiera hacer estas cosas.
- Quieres decir entonces que no lo probarías si te lo pidiera...
- No sé, creo que pensarlo me da mucho asco...pero por otro lado, suena a
hacer algo prohibido...y da morbo.
- Si te propongo que lo hagas, qué me dirías...
- Pues no sé, luego me comería la cabeza si lo probara.
- No tiene porqué, tampoco vas a matar a nadie. ¿Por qué no os venís a mi
casa tú y tu amiga?
- ¿A tu casa? ¿Dónde vives?
- En Barcelona, en Paseo de Gracia.
- Qué me dices...si casi somos vecinas...
- Pues vente con tu amiga, y yo también aviso a la mía para que traiga su
-
-
perro. Y si no te atreves, pues haremos otras cosas.
-
-
Lidia cerró el chat y notó que Soraya tenía cara de pocos amigos.
¿Qué te pasa?
¿Que qué me pasa? ¿Y tú qué crees? Creo que te has vuelto loca de remate.
¿Por qué dices eso?
¿Tú que crees? ¿Sabes lo que quieres hacer?
Sí claro, pero te corrijo. No voy a hacer…¡Vamos a hacer!
Conmigo no cuentes.
¿Cómo que no? ¿No me digas que no te atreves?
Pues claro que no, es una locura.
También pensabas lo mismo de probar conmigo.
No es lo mismo.
Claro que es lo mismo, es cuestión de no tener tapujos y hacer lo que te
apetece.
- Creo que será mejor que me vaya.
- No me hagas esto...por favor…si no vienes conmigo no me atreveré a
hacerlo....
- Ya estamos como antes. ¿Tanta ilusión te hace?
- Todo lo que sea probar cosas nuevas mejor, no creo que haga nada malo.
- Bueno, yo te acompaño, pero no haré nada.
- Vale. Vamos a ducharnos.
-
-
-
-
-
-
Vale, nos arreglamos y vamos a tu casa...Hasta ahora.
Hasta ahora.
Lidia y Soraya se ducharon y salieron a la calle. Pidieron un taxi y en 15 minutos
llegaron a casa de su amiga cibernética. Llamaron a la puerta.
Nuria era una chica extrovertida, que pasaba su tiempo libre chateando, y con el
tiempo quedaba con la gente que conocía por Internet para experimentar cosas nuevas.
Se podría decir que pocas cosas le quedaban por probar, y se la podía considerar
una "maestra". Ese día tenía dos alumnas nuevas que acababa de conocer, y estaban a
punto de llegar a su casa.
La puerta empezó a sonar.
-
-
Nuria abrió la puerta.
-
-
-
Qué pronto habéis llegado. Adelante, no tengáis vergüenza.
Gracias - contestó Lidia.
Tenía ganas de conoceros en persona.
- Nosotras también teníamos ganas. - Soraya no dijo nada, estaba tan
avergonzada que apenas podía articular palabra.- Por cierto, ¿no ha venido tu
amiga?
- Ahora viene, es mi vecina de al lado. Tranquila, pronto tendrás aquí a
tu "partenaire".
¿Quién es?
Somos Lidia y Soraya, nos acabamos de conocer en el Chat.
Lidia se sonrojó. En ese momento se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer, pero
se dijo a sí misma que no se echaría atrás.
- Ay, pero qué tonta soy -.Se dijo a sí misma Nuria.- No os quedéis en la
puerta, pasad.
- Gracias.
- ¿Os apetece tomar algo mientras llega mi amiga?
- Vale. ¿Qué tal un cubata? Creo que necesitaré algo fuerte.
Soraya no paraba de mirar a Nuria. Hasta ahora no pensaba que una mujer la atraería
físicamente, pero Nuria era una mujer muy guapa. Llevaba un camisón transparente que
dejaba entrever su moldeado cuerpo. Notó que no llevaba sujetador, y que tenía unos
pechos muy grandes. Sintió ganas de probar con ella lo mismo que con Lidia. Nuria se
dio cuenta de que la estaba comiendo con la mirada.
Alguien llamó a la puerta.



Nuria fue hacia la puerta y la abrió. Lidia y Soraya vieron una chica pelirroja, no muy
alta, con un piercing en la nariz y otro en la oreja.
-
Silvia entró en el piso de su amiga. Iba acompañada por su perro Max.

Entonces Silvia se dio cuenta de que no estaban solas. Miró hacia el interior del piso, y
vio dos chicas sentadas en el comedor.

Tú debes de ser Soraya.
Sí.
¿Qué te parece lo que tú amiga va a probar hoy?
Pues si te digo la verdad, no me gusta.
¿Entonces por qué has venido?
Pues porque no quería dejarla sola.
No te fías de mí…
No es eso, simplemente que con una cosa así, no podía dejarla sola. Ella ha
decidido hacer esto y no puedo hacer otra cosa que apoyarla.
Entonces la vas a ayudar…
No, no haré nada que no me parezca bien.
Cómo quieras...
Esa debe ser mi amiga...
Hola, Silvia. Pasa, te estábamos esperando.
Veo que has traído a Max.
Si, claro, cómo me habías pedido. Supongo que tienes ganas de "jugar" con
él.
En este caso no es para mí.
Ah, no…entonces, para quién es....
Silvia, te presento a Lidia y Soraya.
Encantada.- dijo Silvia.

Lidia, nerviosa, se acercó a Nuria.

Lidia hizo caso a lo que Nuria le pedía. Se sentó en el sillón del comedor. Nuria cogió
sus manos y las estiró hacia los lados. Sacó unas esposas y se las puso en cada mano,
atándola a la pared mediante unos ganchos preparados para eso. De este modo, quedó
a merced de que pudieran hacer con ella cualquier cosa, ya que no podría mover las
manos.
Nuria llamó a Max.
Max entró por la puerta del comedor. Hasta ese momento, Lidia no lo había visto.
Su cara de sorpresa no fue para menos. Max era el perro más grande que había visto
nunca. Empezó a imaginar cómo sería de grande la polla de ese grandioso perro. Sus
pensamientos pararon con la voz de Nuria.
- - Chica, despierta. Te has quedado de piedra. ¿Qué te parece tu nuevo
amigo? Si te has llegado a preguntar cómo será su polla, ya te puedo
adelantar que es muy grande. Supongo que estarás deseando empezar...
- Si.... ¿Qué tengo que hacer?
- Tú nada, tu amiga te ayudará.
- ¿Yo? -dijo Soraya. Ya te he dicho que no haré nada.
- Si no lo haces, tu amiga no podrá probar, porque nosotras no la ayudaremos.
Así que tú decides.
Soraya miró a Lidia. Supo entonces que debía ayudar a su amiga. "No se va a enterar
nadie -pensó-. Además, no hacemos daño a nadie.
Se dirigió Nuria y dijo

Soraya llamó a Max y éste se acercó lentamente. Cuando estuvo a su lado empezó a
acariciarle la cabeza. Se acordó de lo mucho que eso les gustaba a los perros. Miró hacia
Igualmente.-Dijo Lidia. Soraya seguía sin decir nada.
Espero que no importe que te haya pedido prestado a Max. – dijo Nuria.
No, claro. Será la primera vez que pruebe con otra chica que no sea una de
nosotras.
¿Lo traes preparado?
Y tanto...limpito, cómo a ti te gusta.
Perfecto, porque Lidia hoy se va a estrenar.
¿En serio? Eso suena genial. ¿Y su amiga?
No, ella no quiere probar.
Lástima, no sabe lo que se pierde.
Creo que no deberíamos perder tiempo...la noche es joven... Lidia, acércate.
¿Te gusta que te aten?
No lo sé, nunca lo he probado.
Pues esta noche lo vas a probar. Siéntate en el sillón.
Bien, qué tengo que hacer...
Ponte al lado de tu amiga. Y llama al perro.
la polla de Max. Vio el gran bulto que colgaba de entre sus patas traseras.


¿Qué hago ahora?
¿Hace falta que te lo explique? Tienes que hacer que su polla se empine.
Ya, pero ¿cómo?
Bueno, ponle imaginación. Lo único que te puedo decir es que tienes que
conseguir bajar la piel que recubre su polla.
Soraya imaginó lo que debía hacer. Cogió el bulto que colgaba de entre las patas de
Max y empezó a frotarlo. Notó que le ocupaba toda la mano. Imaginó cómo sería en
estado de erección.
Siguió frotando cada vez más rápido. Notó un extraño calor entre sus piernas. “No
puede ser que me esté poniendo cachonda”- pensó. Pero no pudo evitarlo, la humedad
entre sus piernas era evidente. Su mente solamente pensaba en la polla de Max y de
hacer que creciera.
La piel de la polla de Max empezó a ceder, y Soraya vio aparecer la una punta de color
rosado. La polla de Max, ya sin piel, creció de manera evidente. Nuria se había quedado
corta al decir que medía 20 cm. Cómo mínimo medía unos 25 cm. Soraya bajó toda la
piel de y la polla quedó completamente al descubierto. Los testículos de Max también
eran grandes. “Cuánta lecha saldrá de aquí”- pensó Soraya.
Soraya notó su mano viscosa, debido a las primeras secreciones que soltaba la polla de
Max.


Soraya pilló la indirecta. Miró a Lidia a los ojos y asintió con la cabeza. Había llegado
el momento de la verdad.
Situó a Max frente a Lidia, de espaldas a ella. Cogió la polla de Max, la pasó entre sus
patas traseras y la acercó a la boca de Lidia.
Lidia abrió la boca y vio entrar la enorme polla en su boca. Empezó a lamerla con la
lengua por la punta, de manera suave.

Lidia dejó de lamer. Soraya cogió con fuerza la polla de Max y la metió entera en la
boca de Lidia. Ésta notó que tenía la boca llena. Empezó a chupar. La polla de Max
entraba y salía de su boca. Nuria pudo notar la cara de placer reflejada en su cara.
¿Y ahora qué tengo que hacer? Ya he conseguido que esté completamente
en erección.
Pues creo que ahora debería ser el turno de Lidia.
Pero ella está atada…
Bueno, no creo que las manos no es lo único que puede usar…
Así me gusta...veo que no tenemos que enseñarte como se chupa una buena
polla -dijo Nuria. - ¿Te gusta?
Sí, me encanta. Estoy muy cachonda.
Seguro que puedes hacerlo mucho mejor. Cómetela toda.
A Lidia le empezó a caer un líquido blanquecino por la comisura de sus labios. Hacía
rato que Max se estaba corriendo. Lidia cada vez tenía la boca más llena. Miró a Soraya,
que cada vez parecía más excitada y sacó la polla de su boca. Con la boca llena de
semen, acerco sus labios a Soraya y le dio beso sus labios. Sus lenguas se unieron en
un largo beso, mientras el semen pasaba de una boca a otra. El semen caía de entre los
labios de las dos amigas, que no podían parar de besarse.
-
Silvia fue a la cocina y trajo el vaso más grande que encontró.
-
Lidia y Soraya hicieron lo que Nuria les pedía, y escupieron el semen en el vaso
llenándolo hasta la mitad.

Soraya no esperaba que le pidieran eso


Lidia se quedó sorprendida. Soraya había cambiado, ya no era aquella chica escrupulosa
que conoció. Entonces supo que sería capaz de hacer cualquier cosa.
Soraya cogió la polla de Max, y se la quitó de las manos a Lidia. Sin pensarlo se la
metió en la boca y empezó mamar con ansia. Max no tardó en soltar abundante semen
en su boca. Cuándo tuvo la boca llena de semen la abrió y lo dejó caer en el vaso.
Volvió a mamar la polla, y no tardó en volver a llenarla de semen. Volvió a escupirlo
en el vaso. Dejó de mamar y pasó a masturbar. Apuntó con la polla hacia el vaso y el
semen se fue introduciendo en cada sacudida, hasta que se llenó completamente.
Lidia no podía creer lo que estaba viendo. Soraya parecía haber roto con sus tapujos, y
parecía capaz de hacer cualquier cosa. Mientras pensaba todo esto, Soraya permanecía
con el vaso lleno de semen en una mano, mientras con la otra aún sostenía la polla de
Max. Miró a Lidia, le lanzó un guiño y se metió el vaso en la boca. Su boca se volvió a
llenar de semen otra vez. Paró. Miró a Lidia de nuevo y se lo tragó.
Incluso Nuria y Silvia no se lo podían creer. Soraya volvió a meterse el vaso en la boca
y se lo volvió a tragar. Repitió hasta que el vaso estuvo vacío. Entonces pasó su lengua
por sus labios y su mano, recogiendo así lo que había salido del vaso.
La polla de Max volvió a su tamaño normal.
-
Lidia miró a Nuria y a Silvia y empezó a sonreír.
-
Qué magnífico espectáculo- dijo Nuria.-. Silvia, trae un vaso.
Ahora soltad el semen en este vaso.
Creo que hay que acabar de llenarlo. Soraya, creo que es tu turno
¿A qué esperas, no te atreves?
Claro que me atrevo. No te imaginas de lo soy capaz de hacer.
¿Qué os ha parecido? - dijo Soraya.
Vaya con Soraya....menuda guarra está hecha.
Y qué lo digas...menudo peligro. Nos ha superado a nosotras...- dijo Nuria
Lo he pasado genial...dijo Lidia.
Me alegra oír eso…dijo Nuria. Creo que se ha hecho tarde, mañana tenemos
que trabajar, y vosotras estudiar.
- ¿Nos dejarás repetir con Max? – dijo Soraya.
- Si, claro… cuando queráis - dijo Silvia.
- Pero la próxima vez quiero follar con Max, quiero que me meta ese pollón
por el culo.
- Vaya, cómo has cambiado, Soraya.
- Sí, ya me he hartado de ir de chica buena por la vida.
- Me parece genial, pero dime...¿eres virgen? ¿Te han metido alguna por el
culo?
- No, nunca.
- Entonces primero debes entrenar ese culito antes de probar con Max, es
demasiado grande para que la pruebes.
- Vale, ¿qué me propones entonces?
- Mira, Silvia tiene un buen arsenal de artilugios en su casa, con los que te
dejaremos un culo bien preparado. Y si finalmente te metes la polla de Max,
seguramente tendrás el culo más abierto que he visto nunca.
- ¿Genial...cuándo empezamos?
- Pues como mañana es viernes, podéis venir a mi casa, a pasar el fin de
semana entero. Silvia traería sus juguetes.
- ¿Y a Max?
- Ya veremos...veo que le has cogido el gusanillo...
- Sí...bueno, si no lo traes no pasa nada.
- Ya, ya…Se te ve el plumero…Je Je. Quedamos mañana, entonces. Te
recomiendo que te laves la cara y las manos antes de irte, las tienes llenas de
semen...Jeje.
- Vale. Ahora vuelvo.


Soraya fue a lavarse las manos y la cara. Cuando volvió, Lidia estaba lista para irse. Se
despidieron de Nuria y Silvia hasta el día siguiente.
De vuelta a casa hablaron sobre lo ocurrido esa noche.



¿No crees, Soraya, que nos hemos pasado un poco?
Que va, ya sabes que era reacia a todo esto, pero me he cansado de no hacer
las cosas por lo que pueda pensar luego.
Entiendo, pero no sé, creo que lo que hemos hecho hoy es demasiado fuerte.
Aunque me gusta que pienses así. Entonces, lo próximo que quieres probar
es el sexo anal...
Sí, me encantaría, pero no sé cómo será, y si podré hacerlo.
Claro que podrás. ¿Por qué razón no ibas a poder?
No sé, ya has visto la polla de Max, no creo que vaya a ser fácil que me la
meta.
Bueno, para eso tenemos la ayuda de Nuria y Silvia. Me pregunto qué tipo
de artilugios tendrá para esto.
No sé, ya se verá. De todos modos podríamos informarnos un poco antes, no
sé, tal vez mirar vídeos porno por Internet.
Sí, no es mala idea. Si quieres podemos mirar ahora, cuando lleguemos a mi
casa.

En 15 minutos llegaron a casa de Lidia en taxi. Subieron, saludaron a su madre y se
fueron a la habitación.


Subieron a la habitación, y encendieron el ordenador. Mientras éste arrancaba, Lidia
buscó un pijama para que Soraya pudiera dormir. Una vez iniciado el ordenador, se
preguntaron cómo encontrarían información sobre sexo anal.
- Yo creo que lo más fácil es buscar por Internet con Google. Seguro que
poniendo "sexo anal" en el buscador saldrá mucha información.
Escribieron las palabras clave y presionaron "buscar". Al instante aparecieron miles de
páginas sobre el tema.

En pantalla empezaron a aparecer miles de fotos. No pudieron reprimir un grito de
sorpresa al ver las fotos. En muchas de ellas aparecían anos muy dilatados. En otras
pudieron ver chicas penetradas por el ano con pollas enormes.
Ufff...menudas fotos...- dijo Lidia -. ¿Tú crees que te quedará el culo así?
Es probable, tengo la sensación que la polla de Max es más grande que esas.
¿Y crees que cabrá en tu culo?
Claro, no veo por qué no. Las chicas de las fotos pueden.
Sí, claro, pero ellas son profesionales, y habrán practicado mucho. Además,
supongo que no depende solamente de las veces que lo practiques, sino de tu
capacidad para dilatar el ano.
- Ya, pero yo sé que seré capaz, tengo ese presentimiento.
- Entonces, vamos a mirar información. ¿Has visto qué foto? Mira que culo
más abierto...
- Es verdad, da la sensación que es tan grande como un puño.
- Si, o quizá más. ¿Te has fijado en el nombre de la foto?
- Sí, llama "gaping asshole.jpg. ¿Qué debe significar eso?
- No sé, vamos a buscar en Google. A ver, abro otra página, y busco. A
ver....ya está, aquí lo pone: "Tendencia o juego sexual consistente en dilatar
el ano lo máximo posible. Es típico del cine porno”.
- Pues mira, esto es más o menos lo que quiero conseguir yo, que se me quede
el culo así. A ver qué más pone. Tiene que ser muy morboso. "Para ello se
usan una serie de juguetes anales para conseguir la dilatación." Mira, aquí
hay fotos de los juguetes. ¿Crees que Silvia los tendrá?
- Sí, claro, al menos es lo que nos dijo Nuria.
- Vamos a ver qué más pone sobre sexo anal.



Vale.
Nos vamos a la habitación, tenemos que hacer un trabajo (Lidia le guiñó un
ojo a Soraya), así que hasta mañana.
Que durmáis bien – dijo la madre de Lidia.
Buenas noches.
Mira - dijo Soraya -, aquí hay una opción que pone "imágenes", seguramente
solo salen fotos. ¿Empezamos por aquí?
- Vale, a ver qué encontramos.
Vale, a ver…aquí pone que para realizar sexo anal lo ideal es hacer primero
una lavativa o enema, para poder disfrutarlo de una manera limpia.
- Algo así me imaginaba yo….Eso supongo que ya nos lo enseñarán ellas.
Creo que será mejor que nos vayamos a dormir, mañana nos espera un día
ajetreado.
- Es verdad, sobretodo a ti.
- Hasta mañana. Que duermas bien.
- Igualmente.
-
A las 7:30 de la mañana sonó el despertador. Lidia y Soraya se vistieron y fueron a la
universidad.
El día se les pasó volando, y finalmente llegó la noche. Se ducharon, se vistieron y
fueron a casa de Nuria.
Cuando llegaron vieron que Nuria no estaba. Llamaron a la puerta de Silvia y tampoco
estaba en su casa. Pensaron que era su día de mala suerte, ya que todo su plan se iba al
traste.
Volvieron a casa de Lidia. Subieron a la habitación y encendieron el ordenador.


Abrieron el Chat para ver si Nuria estaba conectada. Aparecía como no disponible.
Vieron que había un mensaje personal en la bandeja de mensajes con el asunto "os pillé,
sois mías". Se miraron una a la otra con cara de asombro, aunque la cara de Soraya era
más bien de miedo. Abrieron el mensaje. En él aparecía un enlace a una página Web.
Accedieron a la página Web y en la pantalla empezó a cargarse un vídeo. No podían
creer lo que veían. En el vídeo aparecía todo lo que habían hecho la noche anterior en
casa de Nuria. Con primeros planos, vieron sus caras en el momento de mamar la polla
de Max y lo que hicieron después jugando con su semen.
No pudieron aguantar y cerraron el vídeo.
Al momento les llegó otro mensaje. Lo abrieron. En él aparecía el siguiente texto:" A
partir de ahora haréis lo que nosotras digamos y cuándo digamos, sois nuestras esclavas.
Si avisáis a alguien colgaremos el video en Internet."
Lidia y Soraya se miraron desesperadas.


¿Qué crees que ha podido pasar? - dijo Lidia.
No lo sé, quisiera pensar que no nos han dado plantón.
Quizá no se han acordado...
No sé, algo no me cuadra, me da mala espina.
¿Qué vamos a hacer ahora? -dijo Soraya.
Pues hacer lo que nos digan, qué otra opción tenemos - contestó Lidia.
Creo que no deberíamos, quizá podamos ir a la policía.
¿Tú estás loca? ¿Quieres que se enteren nuestros padres? ¿O la gente de la
universidad? Debemos hacer lo que nos pidan.
A saber qué querrán hacer con nosotras....
No creo que nada peor de lo que ya hemos hecho.
-
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-
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-
Otro mensaje volvió a aparecer en pantalla. "En mi casa, en media hora. Recordad,
venid solas."
Salieron de casa de Lidia, cogieron un taxi y en 15 minutos llegaron a casa de Nuria.
Llamaron a la puerta pero nadie les abrió. Bajaron a la calle. Allí tampoco vieron
a nadie. De repente, un coche apareció por una esquina y se paró delante de ellas.
Alguien bajó la ventanilla del co-piloto y les habló.


Subieron al coche. El co-piloto salió del vehículo y sacó dos capuchas.



A qué te refieres?
Pues a lo que hemos visto en el video, lo que hicimos con Max.
Créeme, aún nos pueden pedir cosas peores.
Me estás asustando.
Es mejor que nos tranquilicemos y veamos qué pasa.
Supongo que sois Lidia y Soraya.
Sí, ¿quién eres tú?
Eso no importa. Subid al coche.
No tenemos por qué hacerlo, no os conocemos de nada.
Venimos de parte de Nuria y Silvia. Os están esperando.
¿Adonde nos llevareis? Creíamos que nos quedábamos aquí, en su casa.
De eso nada, iremos a un lugar más "adaptado".
¿Adaptado para qué?
Ya lo veréis, no os quiero chafar el plan.
¿Qué vas a hacer? - dijo Lidia.
No queremos que sepáis a donde os llevamos. Poneos estas capuchas. No os
preocupéis, están preparadas para que podáis respirar.
Antes de ponerse la capucha, Soraya pudo observar al co-piloto. Iba con poca ropa,
con camisa de tirantes, y un pantalón corto ajustado, que dejaba entrever la forma de
su polla. Notó que parecía bastante grande. ¿Tendremos que follar con él? - pensó. El
conductor del coche iba vestido con tejanos y ropa también corta, pero no se pudo fijar
bien.
Una vez dentro del coche, se pusieron eh marcha. Al cabo de una hora el coche paró.
No tuvieron conciencia de adonde las habrían llevado, pero era seguro que fuera de la
ciudad.
Cuando salieron del coche notaron que hacía más frío que en Barcelona, y que parecían
estar en zona de montaña, quizá cerca del Montseny. Las habían llevado a una finca
particular.
Bajaron del coche. Nuria y Silvia las estaban esperando.


Hola, chicas....os estábamos esperando.
No puedo creer que nos estéis haciendo esto...no es justo. - dijo Lidia.
Nadie dijo que la vida fuera justa, así que no te quejes. Además, tú eres la
que menos deberías quejarte.
¿Por qué dices eso? - contestó Lidia.



Bueno, fuiste tú la que empezaste todo el juego. Se ve que lo de la zoofilia te
atrajo enseguida...
Eso no te da derecho a hacernos esto.
Claro que sí. Tú empezaste el juego, ahora nos toca seguirlo....y acabarlo
cuando queramos.
¿Qué vais a hacer con nosotras? - dijo Soraya.
No tengáis miedo, que no os va a pasar nada malo, si sois buenas chicas. No
haréis nada que ni hayáis hecho antes....o quizá si, nunca se sabe. Si hacéis
todo lo que os pedimos, no os pasará como a las otras chicas.
¿Las otras?
Sí, claro, a ver si os pensáis que sois las únicas a las que hemos grabado.
Aunque he de confesar que habéis sido las más pervertidas...sobretodo tú,
Soraya. Las otras chicas no fueron tan obedientes. Me gustaría haber visto la
cara de sus padres cuando recibieron y vieron el vídeo de lo que hacían sus
hijas.
Pero eso es cruel...pobres chicas.
Podría haber sido peor, al menos solamente se lo enviamos a sus padres, y no
lo colgamos por Internet. Pero no siempre seremos tan buenas, así que mejor
haced lo que os digamos y no pasará nada.
Soraya miró a Lidia con resignación. Decidieron hacer lo que les pidieran, y esperar
a que Nuria se cansara de ese juego. Además, les habían prometido que no les iban a
hacer daño, y al menos ese temor ya no lo tenían.
Entraron en la casa. Nuria las acompañó hasta una habitación doble, situada en la
segunda planta.

Esta será vuestra habitación. En el armario tenéis ropa para esta noche. En
media hora os vendrán a buscar para cenar un poco, y luego...bueno, luego
ya lo veréis. No tardéis mucho. Hasta ahora.
Nuria salió de la habitación. Lidia se puso a llorar.


No es justo que nos pase esto, ¿qué vamos a hacer?
Pues para empezar deja de llorar, y después haremos lo que nos digan, y
esperar que se cansen de nosotras. Además, quién sabe, quizá nos guste lo
que nos van a hacer. Anímate, y veremos lo que pasa.
Vale, vamos a ponernos lo que nos han dicho.

Sobre la cama tenían la ropa que iban a ponerse. Primero se pusieron la ropa interior.
Soraya llevaba un sujetador de color negro, transparente, por el que se podían ver sus
bonitos pechos. El tanga que se puso también era negro y transparente, y dejaba entrever
su coño depilado. Lidia, en cambio, llevaba unas braguitas y un sujetador normales, sin
transparencias, de color rosa.
Soraya se puso encima un traje de color rojo, con transparencias en la parte delantera.
Lidia llevaba un vestido y camisa, que la hacían parecer una criada.
Al cabo de media hora, alguien llamó a la puerta. Abrieron la puerta y aparecieron los
dos chicos que las habían llevado hasta la casa. El que había conducido el coche llevaba
un traje de cuero de color negro, y el otro un traje de cuero azul.
Bajaron las escaleras hasta la planta baja, y allí estaban esperando Nuria y Silvia.
Bienvenidas, chicas. Os esperábamos con impaciencia. Acercaos a la mesa,
seguro que estáis hambrientas. Necesitareis comer algo, para coger fuerza.
La noche puede ser larga.
- Gracias por la invitación – contestó Soraya. – Espero que la promesa de que
no nos haréis daño la mantendréis.
- Por supuesto, no creeréis que somos unos monstruos. Es más, tengo la
sensación de que hasta te lo vas a pasar genial. Quizá algún día me sustituyas
como “maestra”. Pero cambiemos de tema, comed lo que queráis.
- No tenemos mucha hambre, ya hemos cenado en casa.
- Bueno, no pasa nada, al menos bébete este zumo que os hemos preparado.
- No me apetece.
- ¿Acaso no te fías de mí? Te he dicho que no vamos a haceros daño. No seas
tonta, no rechaces mi invitación.

Soraya cogió el vaso de zumo y bebió. Lidia hizo lo mismo.
- Sabe a fresa – dijo Soraya. ¿Qué es?
- Lo he preparado yo, tiene todo lo necesario para que esta noche seas “la
reina”…. No pongas esa cara, que no te he puesto veneno, no es nada malo.
- Vale, te creo.
- Si no tenéis más hambre, creo que podríamos pasar al nuestra sala favorita.
Seguidme, si sois tan amables.
Soraya y Lidia siguieron a Nuria y sus amigos. Entraron en una especie de garaje. La
sala estaba preparada de manera que parecía una cámara de torturas masoquistas. Les
volvió a entrar el pánico al ver todos los artilugios que había sobre una mesa situada
nada más entrar a la sala.

No os asustéis, chicas – dijo Nuria. – Ya os he dicho que no os va a pasar
nada. Muchos de estos objetos forman parte del decorado, nada más.
En las paredes había cadenas con argollas enganchadas, aparentemente para encadenar
a alguien. En medio de la sala, había una mesa con argollas en los laterales. Soraya
supuso que sería para ella.
Del techo colgaban varias pantallas de televisión y varias cámaras de video que
captaban desde todos los ángulos posibles.
Al fondo de la sala había otra habitación. Soraya se preguntó para qué sería.

Silvia, que hasta ahora no había dicho nada, contestó a su pregunta:


¿Qué hay en esa habitación?
Ya lo verás, es una sorpresa reservada expresamente para ti.
¿Y qué es?


Soraya acompañó a Silvia al fondo de la sala. Abrió la puerta de la habitación
misteriosa. Soraya pudo ver que dentro había diez jaulas. En cada jaula había un perro,
cada uno de una raza diferente, pero todos ellos de gran tamaño.



¿No te gustan las sorpresas? Eres un poco impaciente.
No pasa nada, Silvia – dijo Nuria, podemos enseñarle su sorpresa, si ella
quiere. No hay problema.
Vale, - contestó Silvia – cómo tú quieras. Acompáñame.
¿Te gusta lo que te hemos preparado? – dijo Nuria.
¿Son todos vuestros? – contestó Soraya.
Sí, claro. Y son todos para ti.
¿Para mí? ¿Qué quieres decir?
Pues que vas a follar con los diez.
¿Con los diez? No creo que pueda, es una locura.
Claro que vas a poder. Además, aún tenemos una última sorpresa. “Max”…-
gritó Nuria. De repente apareció por la puerta el perro de Silvia. – Como
puedes ver no nos hemos olvidado de tu “partenaire”. Recuerda lo que dijiste
la última vez, antes de despedirnos.
Sí, lo recuerdo. Dije que quería que Max me follara por el culo.
Exacto, veo que tienes buena memoria. Y espero que también tengas palabra.
La última vez también te dije que no era una cobarde, así que ya sabes que
me atrevo a hacer cualquier cosa.
Bien, bien, me gusta. Despídete de tus nuevos amigos, luego podrás jugar
con ellos. Creo que ha llegado el momento de jugar.
¿Qué tengo que hacer?
Seguidme, lo primero que vamos a hacer es preparar ese culito.



Soraya y Lidia fueron hacia la mesa que había en el centro de la sala. Lidia le quitó el
vestido a Soraya, que quedó en ropa interior. Soraya se tumbó boca abajo y pasó sus
brazos y sus piernas por las argollas, de manera que no se podía mover.
Nuria estiró de las cadenas de las piernas, y las piernas de Soraya quedaron
completamente abiertas. El culo de Soraya quedaba visible a través de las transparencias
de su tanga.

Lidia se acercó y se colocó al lado de la mesa.
- Deberías lubricar un poco su culo. Lo mejor es la saliva.
Lidia arrancó el tanga. Acercó su boca al ano de Soraya y empezó a lamerlo. Escupió un
poco de saliva para lubricarlo y siguió lamiendo. De vez en cuando introdujo la punta de
la lengua. A Soraya pareció gustarle, porque soltó algún pequeño gemido.
Nuria trajo una cuchilla de afeitar y un poco de espuma.

Acércate – dijo Nuria a Lidia.
Hay que dejar la zona bien limpia. Toma, tienes que hacerlo tú - le dio la
cuchilla a Lidia.
Lidia untó el culo de Soraya de espuma de afeitar. Poco a poco fue afeitando los
bordes de su ano, hasta dejarlo suave y sin pelos.

Bien, has hecho buen trabajo. Ahora falta lo más importante para una buena
limpieza.
Los amigos de Nuria salieron de la sala y volvieron con un aparato para hacer enemas.

Hay que evitar que su culo pueda darte una mala sorpresa. Lo mejor es hacer
un enema, y dejarla bien limpia por dentro.
Lidia cogió el aparato y lo llenó de agua. Introdujo la punta en el ano de Soraya y
apretó. Soraya empezó a notar el agua en su interior. Lidia volvió a llenar el aparato, y
lo volvió a vaciar en el culo de Soraya.


No tenía más remedio que seguir. Volvió a llenarlo y lo volvió a vaciar en su culo.
Soraya tenía la barriga llena. Nuria cogió un tapón en forma de cono y lo introdujo en el
culo de Soraya.


Llamó a sus amigos.


Salieron de la sala, y al momento volvieron a aparecer con Max.


Max parecía muy contento de ver a Soraya ya que movía su cola.



No, más no - suplicó Soraya. Ya estoy llena, no cabe más.
Sigue - dijo Nuria.
Así no podrá salir el agua de su culo
Pero le va a doler – dijo Lidia.
Tranquila, se acostumbrará. No pasa nada.
Traedme a Max.
Creo que lo hemos dejado sólo mucho tiempo.
Ves, Max no te ha olvidado, seguro que recuerda la faena que le hiciste ayer.
¿Tú crees que le gustó?
Eso parece...uff...- gemía Soraya – Como duele,,,,me siento muy llena.
Tranquila, dentro de poco podrás expulsarlo todo. Además, te hará efecto lo
que te bebiste antes.
¿Qué me habéis hecho beber?
No te preocupes, eso te ayudará a vaciarte por dentro, así podremos trabajar
con tu culito sin preocuparnos de que de él salga algo inesperado. Pero
volvamos a lo que interesa, creo que Max reclama tu atención.
Los amigos de Nuria bajaron la mesa a la que permanecía atada Soraya. Acercaron a
Max hacia la posición de la cabeza de Soraya. Uno de ellos, empezó a masturbar a Max
para que su polla estuviera en erección. Una vez consiguió bajarle la piel a su polla, y
estuvo bien erecta, se la acercó a la boca de Soraya.
El gesto de Soraya fue de girar la cara para evitar tener que chupar la polla de Max.
Nuria, enfadada, gritó:

Creo que no te ha quedado claro lo que hablamos antes. Si no hacéis lo que
os pedimos, no lo vais a pasar nada bien. Además, ayer no te daba asco, no
sé qué te pasa hoy.
Lidia miró a Soraya.

Soraya agachó la cabeza. Pensó durante unos segundos. Finalmente accedió. Empezó a
mamar la polla de Max. Primero lamió la punta. Poco a poco se fue metiendo la enorme
polla en la boca. Notó que Max empezaba a soltar líquido pre-seminal. Su boca se fue
llenando del líquido viscoso. Eso la hizo ponerse muy cachonda. Recordó lo pasado el
día anterior, cuando tuvo la boca llena de su semen. Eso hizo que el movimiento de su
lengua y de su boca fuera cada vez más rápido. Al cabo de unos minutos, notó como
Max soltaba una fuerte descarga de semen en su boca. De su boca iba saliendo por los
lados hilos de abundante semen, pero ella no quiso dejar que eso pasara, y poco a poco
empezó a tragarlo.
Mientras tanto, Lidia recibió un cubo de manos de Nuria.

Tienes que hacerlo,por favor, o nuestros padres se enterarán de todo.
Creo que ya ha pasado tiempo suficiente para que el enema salga bien. Pon
ese cubo debajo del culo de Soraya.
Lidia hizo lo que le decían.

Lidia estiró del tapón, que permanecía enganchado en el ano de Soraya. Cuando estuvo
fuera, Soraya empezó a soltar abundante chorro de agua, mezclada con restos de heces,
que fueron cayendo en el cubo. El chorro fue saliendo durante un buen rato, hasta que
dejó de salir agua.

Ahora debes sacar el tapón de su culo.
Creo que hemos conseguido hacer una buena limpieza, ahora podremos jugar
tranquilamente con su culo.

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